Deseo agradecer la nota publicada el lunes 21 de enero en diario Los Andes, titulada “Historia de amor: María y Armando, 70 años de casados”. Y el agradecimiento nace por dos motivos.
En primer lugar, logró hacerme comenzar el día con una sonrisa, que no es poca cosa para un lunes a las 6.30 de la mañana.
En segundo lugar, aportó una cuota de aire fresco entre tanta noticia de corrupción, femicidio, drogadicción, trata de personas, violencia, etc. que, lamentablemente, pueblan las páginas del diario y que emanan de la realidad que nos toca vivir.
La frescura del artículo nos transmite un mensaje lleno de valores, como la tolerancia, la comprensión, el diálogo, el respeto mutuo, las ilusiones compartidas, la generosidad, el amor por el trabajo. Valores que son necesarios resignificar para sanar las heridas y los agobios de todos los que habitamos este país.
Nos transmite, además, el mensaje de que es posible -más allá de todas las dificultades que la vida lleva consigo- el formar una familia sólida en la que el amor sea el protagonista. Y nos lo muestra en personas de carne y hueso, en seres humanos reales a los que es factible imitar. Pero también nos pone en aviso sobre la necesidad de iniciar la promoción integral de la familia desde las políticas públicas para garantizar el desarrollo socio-económico sustentable de la Nación. Porque, sin familia, no hay país.
Es ahí en donde vemos la urgencia de procurar el desarrollo moral de la persona que se oriente en dos direcciones opuestas pero complementarias: por un lado, el logro de la felicidad interior pero sin egoísmos y, por otro lado la obtención de la felicidad de los demás en forma fraternal.
Por lo tanto, es central la educación en valores y, con la nota mencionada se aporta una gota de agua en el inmenso océano pero, sin esa gota de agua el océano no sería el mismo. Por eso, nuevamente gracias.
María Adelaide Sacchi de Martini - DNI 14.667.724