De esas cosas raras que pasan en Gimnasia. El tema central de la reunión del último lunes de la Comisión Directiva se instaló en la crisis que atraviesa la última línea del once de Arias (el Lobo es el segundo equipo más goleado en el torneo). Y entre una cosa y otra, buscando alguna solución viable, apareció el contrato vigente de un tal Federico Pomba.
El defensor de 35 años, en su momento, manifestó el deseo de no continuar en el club por inconvenientes personales y jamás se presentó en AFA la rescisión del vínculo (el futbolista pos ascenso en Córdoba no volvió más a la provincia).
En medio del cónclave, entonces, se paró uno de los dirigentes de la mesa y marcó el número de Pomba: ¿usted habrá solucionado sus ‘temitas’ personales? Claro, los problemas eran ahora del Lobo, en el fondo. La respuesta positiva desde el otro lado de la línea era un manto de piedad. “El lunes me sumo a los entrenamientos”, fue la frase más feliz del último tiempo en la vida Mensana.
“Te lo ponés a contar y es increíble. Sonaba ilógico que vuelva después de tres meses y medio, se da muy pocas veces una situación como esta”, confesaba aún incrédulo el mismísimo Pomba.
“Estuve moviéndome por mi cuenta pero no es lo mismo, un período tan largo sin competencia me va a llevar un tiempo ponerme bien. Apoyaré desde afuera hasta que me toque jugar, voy a aportar mi granito de arena. A la edad que tengo no voy a acelerar los tiempos, trabajaré despacio y cuando considere que esté bien me pondré a disposición del entrenador”, tiró.
Pomba, que logró los dos ascenso con la camiseta del Lobo, confesó que optaba por no ver por televisión a sus excompañeros. “Vi algunos partidos pero prefería no verlos porque se sufre mucho, a la mayoría los había tenido como compañeros y Gimnasia es un club donde me trataron muy bien. Cuando uno se fue dejó un buen recuerdo como persona; el diálogo estuvo abierto siempre, al igual que el respeto mutuo”.
Sobre el mal presente que está viviendo el Mensana, dijo que “es un momento, una racha, que te toca pasar; no siempre se va a ganar. Es mentira que hay futbolistas de Argentino A, B o de B Nacional y esto se ve en los resultados. En esta categoría no hay ningún misterio, no hay que dramatizar tanto. Gimnasia está a la altura del torneo y le puede jugar de igual a igual a cualquier equipo”.
Pomba, en Gimnasia, jugó siempre con línea de tres. Primero con Villarino y Montiveros, y más tarde junto a Abaurre y Villarino. ¿Se siente cómodo con tres atrás? “Con línea de cuatro estás más resguardado pero si con tres en el fondo tenés dos buenos carrileros, no deberías pasar sobresaltos”, confesó el nuevo “refuerzo” del Lobo.
'Toti' Arias se inclinaría por el 4-4-2
Atrás quedará el 4-4-1-1 que propuso Gimnasia ante Juventud Unida de Gualeguaychú y para enfrentar mañana a Patronato de Paraná se pararía 4-4-2. Si se confirma este dibujo, saldría del once titular Geovane y Montiveros para que ingresen Espinosa y Lastra. Marín, mientras, acumuló la quinta amonestación y se quedará afuera.
Por él ingresará Carabalí. Dos modificaciones, entonces, por decisión del entrenador y una obligada por suspensión para volver a la victoria luego de tres derrotas consecutivas que lo metieron en zona roja. El once suplente que se movió ayer en Banco Mendoza fue el siguiente: Leguiza, Villarino, Montiveros, Marín, Geovane; Tejada, Giménez, Amaya, Fredrich; Farías y Vuanello.