Federico Delbonis estuvo cerca pero no pudo con Kei Nishikori, segundo preclasificado del torneo y número cuatro del mundo.
El japonés se impuso por 6/3, 4/6 y 6/3 en dos horas y 14 minutos por la cuarta rueda del Abierto de Miami.
La derrota dejó sin argentinos al segundo Masters 1000 del año.
El tenista de Azul batalló contra uno de los mejores del mundo, reaccionó tras perder el primer set y tuvo varios momentos de buen tenis jugando de igual a igual frente al tenista japonés e incluso adelantándose con un quiebre en el tercer game del último set. Delbonis, al igual que toda la camada argentina, redondeó una gran actuación en el torneo, pese a su caída.
"Es un muy buen torneo para mí. Me hubiera gustado por ahí terminar de otra manera el tercer set pero no puedo quitar méritos a Nishikori porque volvió muy bien del quiebre. Me voy muy conforme con el torneo que hice, tengo que seguir por este camino", reflexionó en la conferencia de prensa posterior a su caída.
El tenis nacional disfrutó de una inesperada producción en Key Biscayne que deja sensaciones positivas para ilusionarse con el futuro.
"Creo que el tenis argentino siempre está ahí, lo demuestra con el correr de los años. Pasan los nombres pero el tenis argentino sigue estando bien alto", había reflexionado uno de los héroes argentinos de la Copa Davis.
Cuatro argentinos alcanzaron la tercera rueda del Masters 1000 con varios triunfos y buenas actuaciones frente a algunos de los preclasificados. Delbonis, quien cayó en los octavos de final, venció en su camino a Pablo Carreño Busta -19º del mundo- y tuvo en jaque a Nishikori. Diego Schwartzman eliminó al prometedor Karen Khachanov, derrotó a David Ferrer y desplegó un fantástico rendimiento frente al belga David Goffin. Guido Pella también se sumó con su victoria frente a Grigor Dimitrov.
“Jugué bastante bien, una lástima el resultado. Este torneo es el comienzo de algo bueno. Tengo que seguir jugando así. Lamentablemente el resultado fue para David pero cualquiera de los dos merecía ganar. La diferencia estuvo en esos últimos tres games del partido. Él jugó mejor que yo y estuvo más fino. Ahí hizo la diferencia y demostró toda la categoría que tiene", analizó Schwartzman después de su traspié frente a Goffin.
Las señales son auspiciosas: Schwartzman alcanzó por primera vez la 3º rueda y Delbonis se metió por segunda vez en su carrera en los octavos de un Masters 1000. El balance argentino en Miami terminó siendo de nueve triunfos contra siete derrotas.
La adaptación al cemento de los tenistas argentinos también fue una novedad: tanto Delbonis como Pella asumieron su crecimiento.
"Estoy jugando bien en ambas superficies, con buenos triunfos, con buenos torneos; lo demostré también el año pasado. Sabía que tarde o temprano iba a llegar esto. Estaba agarrando el ritmo necesario a estas canchas y perdiendo el respeto a la superficie", analizó Delbonis.
La campaña argentina en Miami estampó una sonrisa al tenis argentino que después de mucho tiempo volvió a mostrarse competitivo en un gran torneo y frente a varios de los mejores del mundo.