Roger Federer se entrenó por primera vez este miércoles en Lille, donde a partir de mañana buscará un título que le falta para completar su espectacular palmarés: la Copa Davis. Fue su primera toma de contacto con la pista tras la lesión del sábado en la espalda que le impidió jugar la final del Masters de Londres.
Federer llegó poco después de las 17.30 al estadio Pierre Mauroy, en el que se jugará la final entre Francia y Suiza, y permaneció una hora en el vestuario con su equipo médico. Después salió a la pista, donde estuvo calentando con la raqueta, sin que diera signos de dolor, y se probó con Marco Chiudinelli, aunque con muchas precauciones y sin realizar saques.
El martes había señalado que todavía no se encontraba "suficientemente recuperado como para poder entrenar". Explicó que el motivo eran los problemas crónicos que arrastra en la espalda y que, como ya le había sucedido en 2013, empeoran en algunos momentos y le limitan.
El jugador suizo sufrió unas molestias durante el juego de desempate del tercer set de la semifinal que le enfrentó el sábado a su compatriota Stan Wawrinka, que acabó ganando tras remontar cuatro bolas de partido. La lesión se agravó y Federer, de 33 años, no pudo disputar la final al día siguiente contra el serbio Novak Djokovic.
La semifinal generó un enfrentamiento entre los dos, agravado cuando Mirka, esposa de Federer, llamó “llorica” a Wawrinka. Según explicó de inicio John McEnroe en ESPN y confirmaron varios medios, los dos tenistas discutieron en los vestuarios tras el partido durante horas con una culpable: Mirka.
Al parecer la esposa de Federer, ex tenista, conocida en el circuito profesional por su fuerte carácter, entorpeció en varias ocasiones el saque de Wawrinka en el tercer y decisivo set llegándole a gritar “¡Llorica!”cuando éste denunciaba lo que estaba ocurriendo al juez de silla, Cedric Mourier. “Sólo pido que no lo hagas antes del servicio”, comentó entre gestos de agotamiento el hoy número cuatro del mundo a la pareja de su adversario, según explica el prestigioso diario suizo “Tages Anzeiger”, mientras el Diario “20 minutos” dijo que, en sus quejas al árbitro, “Stan” vociferó: “Ya hizo lo mismo en Wimbledon”. No se quiso pronunciar luego el suizo en rueda de prensa pero la riña nocturna posterior fue ardua.
Según relató el periódico británico “The Telegraph” los gritos se pudieron escuchar en buena parte de un 02 Arena ya vacío y la discusión nunca acabó de resolverse: por eso uno acabó viajando a tierras galas en Eurostar y el otro en avión. Trabajo tendrá estos días el capitán suizo Severin Luthi para recomponer la sintonía entre sus dos estrellas y poder enfrentarse así en plenas garantías a Tsonga, Monfils y compañía.
