El Abierto de Australia nos entregó una nueva y apasionante pelea por el número uno del mundo entre los dos mejores tenistas de los últimos tiempos. Roger Federer, con el título obtenido en Melbourne, sumó una buena cantidad de puntos y quedó a solo 155 de Rafael Nadal.
Desde 2012, el nombre de Roger Federer no apareció más en lo más alto del ránking de la ATP. Ahora, su Majestad depende de sí mismo para convertirse, una vez más, en el número uno del mundo.
Rafael Nadal es quien hoy ostenta ese lugar. Pero el español no puede hacer nada para evitar que Roger lo destrone. ¿Qué debe suceder? El flamante campeón del Abierto de Australia quedará primero si gana el Open 500 de Dubai, que se disputará en la primera semana de marzo. Si lo hace, no importará qué sucede con el español, unos días antes, en el torneo de la misma categoría que disputará en Acapulco.
Por otra parte, el croata Marin Cilic, finalista en esta edición, subió tres lugares y por primera vez en su carrera está tercero en el ranking. Quien dejó ese lugar es el búlgaro Grigor Dimitrov, ahora cuarto. Dominic Thiem y Alexander Zverev también perdieron un lugar y están quinto y sexto, respectivamente.
El séptimo no se movió. Es el belga David Goffin, quien se mantuvo pese a un flojo andar en Australia, donde cayó en segunda ronda. Pero atrás tiene nuevos perseguidores, porque Stanislas Wawrinka no pudo sostener su actuación del año pasado y tras caer pronto en su regreso a las canchas, abandonó el top ten.
Esa situación la aprovechó, entre otros, Juan Martín del Potro, quien trepó, luego de acceder a tercera ronda, al noveno lugar, su mejor ranking desde el octavo puesto de la última semana de julio de 2014. La última vez que el tandilense ocupó esa posición que tiene hoy fue también en el cierre de julio, pero de 2012.
