En febrero de 2016 el movilero de "Intrusos" le consultó a Fede Bal si estaba molesto por el acercamiento de Barbie Vélez con Lucas Rodríguez, el hijo de Fabián, el ex marido de Nazarena. En ese momento, los jóvenes estaban en una crisis amorosa y él respondió -palabras más, palabras menos- que esa noche sintió que la joven dejó de ser su mujer.
Los meses pasaron y después de su escandalosa separación, ambos rehicieron su vida. Federico está con Laurita Fernández y Barbie acaba de gritar a los cuatro vientos que está en pareja con Lucas, el hermano de Thiago, el hijo en común de Nazarena y Fabián.
Después de que la joven apareciera en la revista Gente confesando que está nuevamente enamorada, Fede estuvo en el programa conducido por Jorge Rial y le hizo frente a las preguntas sobre el tema.
"Me da mucha alegría que esté muy feliz. Le deseo la mayor de la felicidad", dijo el hijo de Carmen Barbieri y Santiago Bal. "No, no me sorprende que sea con nadie. Es una mujer libre de hacer lo que quiere", sumó.
La revelación de Barbie Vélez sobre su romance con su "hermanastro" Lucas Rodríguez llamó poderosamente la atención porque ella lo negó en reiteradas entrevistas y por la reacción de Thiago, el hermano que tienen en común los jóvenes.
La hija de Nazarena y el hijo de Fabián Rodríguez, quien se quitó la vida en marzo de 2014, tuvieron siempre una relación muy estrecha por el menor ya se convirtieron en una "familia ensamblada", es decir, aquellas en las que ambos miembros de la pareja tienen hijos de matrimonios o uniones anteriores.
"El concepto de familia ha cambiado a lo largo del tiempo y esta tendencia de familias mixtas es un hecho", analiza la psicóloga Guadalupe Narváez.
"Hay muchos casos de hermanastros que se conocieron en una etapa previa a la adolescencia y que, al llegar a ella, sintieron atracción sexual", analiza Narváez. La atracción entre ellos "es una problemática bastante común y es importante trabajarla terapéuticamente", agrega la psicóloga María Silvia Dameno, situación que Barbie reconoció haber llevado al diván.
Si bien son relaciones sin vínculo de sangre, muchas veces la opinión de sus padres y el peso social lo tilda como un tabú, cuando claramente se sabe que no lo es. "Hay parejas de hermanastros que surgieron de familias ensambladas que han logrado mantenerse a lo largo del tiempo. También hay aquéllas que sólo fueron del momento, de ese frenesí que es propio del desarrollo sexual", comenta Narváez.
Muchas veces estas "relaciones" se dan a ocultas, en la "clandestinidad". "Los chicos saben que no hay lazo sanguíneo entre ellos y comienzan a mirarse como lo que son: un hombre y una mujer", sumó Guadalupe Narváez.
Lo cierto es que los noviazgos entre "hermanastros", como el de Vélez y Rodríguez existen. "Si ponemos a dos adolescentes a vivir juntos se pueden dar dos alternativas: se pelean o se enamoran", reflexionó Dameno y sumó: "Aunque a veces el amor es más fuerte, superan los prejuicios, hacen frente a su realidad y se animan a vivir su amor sanamente".