El Índice de Precios del Consumidor (IPC) de Mendoza registró una inflación récord en enero (4,54%). Contrario a lo que predecía la mayoría de los economistas, febrero concluyó con un índice aún más alto (4,73%) y cerró el primer bimestre con la mayor inflación de los últimos ocho años.
Entre enero y febrero, el IPC creció 9,27%, según datos estadísticos presentados por la consultora Evaluecon. José Vargas, economista y director del estudio, explicó que la elevada inflación estuvo impulsada principalmente, por la devaluación de enero, pero también tuvieron su grado de influencia factores climáticos estacionales y la incertidumbre económica generalizada.
En lo que respecta a febrero, Vargas destacó que el IPC no sólo fue el más alto de los últimos ocho años sino que, además, duplicó a la inflación media correspondiente a ese mes.
Las estadísticas de Evaluecon muestran que entre 2007 y 2013, el IPC promedio de febrero fue de 1,64%, siendo 2009 el más bajo (0,78%) y 2013 el más alto hasta ese momento (2,08%).
Las principales subas se dieron fundamentalmente en alimentos y bebidas, que aumentaron 22%. "Fue considerable el incremento del precio de las carnes, frutas y verduras, aunque hay que reconocer que en esto también tuvieron que ver algunos factores estacionales", indicó José Vargas.
Dentro del mismo rubro, sobresalen los alimentos para celíacos. "Han habido aumentos más que significativos en este tipo de productos (17%). Hoy un paquete de galletas para personas celíacas puede costar una pequeña fortuna", señaló el experto.
Segundos en el ranking de subas, aparecen los servicios, que aumentaron 18% en febrero. "Se vieron incrementos considerables en servicio de mantenimiento de autos y de electrodomésticos. También hay que mencionar a los colegios privados y peluquería", apuntó Vargas.
Por último, el economista destacó los aumentos de artículos de limpieza para el hogar (15%) y artículos de tocador (12%).
Tendencia inflacionaria
El IPC de febrero fue sorpresivo, teniendo en cuenta que para la segunda quincena del mes se esperaba una estabilización de precios. Para Vargas, la primera parte del mes absorbería todas las consecuencias directas de la devaluación de enero, dejando una segunda parte más "tranquila" en materia de precios.
No obstante, los resultados muestran con claridad que el efecto post devaluatorio se extendió mucho más allá de principios de febrero. Según las propias mediciones de la consultora Evaluecon, hasta el 13 del mes pasado el IPC ya había registrado una suba del 2,33%. Por tanto, al promediar el mes, se observó cierta aceleración en los precios que conforman la Canasta Básica Total.
José Vargas entiende que marzo tiende a tener una inflación alta pero no tan elevada como los dos primeros meses del año.
"Marzo ya no reflejará tan fuertemente los efectos de la devaluación, pero no deja de ser un mes estacional, en el que suelen darse subas de alquileres, servicios de medicina prepaga y artículos relacionados con el inicio de clases", comentó.
Extendiendo la mirada más allá del mes que comienza hoy, Vargas mostró preocupación por la evolución de la inflación. "Si se anualizara el IPC de enero y febrero, terminaríamos el año con una inflación del 45%".
Sin embargo, el economista asegura que es difícil que eso pase. "Lo esperable, es que en los próximos meses el IPC se asiente en un 3%, valor que igualmente, sigue siendo demasiado alto", opinó.
Agregó que el gobierno está buscando bajar el ritmo inflacionario a través de medidas ortodoxas, que podrían dar algún resultado a mediano plazo pero hoy están enfriando la economía. A modo de ejemplo, mencionó medidas como la suba de las tasas de interés, la eliminación de subsidios y la devaluación.
Vargas aclaró que para lograr buenos resultados frente a la inflación, el gobierno debe comenzar con los ajustes financieros y seguir con los fiscales. "Si los últimos no se realizan, no se logrará controlar los aumentos de precios", dijo.
