El febrero que pasó quedará como un registro extraordinario en las estadísticas de los últimos años. Es que fue el más lluvioso de los últimos 26, al menos hasta donde tiene datos disponibles el Servicio Meteorológico Nacional, a partir de 1988. Incluso en aquel entonces no se superó la marca reciente.
Aunque los números del mes no se encuentran procesados aún, sí se sabe que estarán cerca de los 173 mm, una acumulación verdaderamente notable si se tiene en cuenta que el promedio anual de la provincia es de 200 mm.
En el mismo período de 1998 se habían acumulado 144 mm, mientras que los doce meses sumaron 341 mm anuales, posicionándose como el segundo más lluvioso desde entonces, según datos aportados por el meteorólogo Fernando Jara.
Es seguido por los 115 mm acumulados en ese mes de 1988 para dejar en cuarto lugar al de 2011 con 99 mm.
El resto no ha superado los 100 milímetros. Los estudiosos del clima consultados no se muestran sorprendidos ni lo atribuyen a ningún fenómeno particular.
“Generalmente el promedio climatológico de precipitaciones (para este mes) es de 35 a 38 mm”, detalló Jorge Santos, docente e investigador del Instituto de Ciencias Básicas de la UNCuyo. Pero aclaró que los promedios se sacan a lo largo de varios años, lo cual no significa que todos deban seguir este patrón; hay variaciones.
Además explicó que se observa una tendencia mundial a que los fenómenos extremos ocurran con más frecuencia, como por ejemplo, una tormenta severa. En Mendoza “este año no ha habido tantas tormentas de granizo o no han sido tan severas pero sí ha llovido más”.
El meteorólogo de turno del Servicio aseguró ayer que “hace 27 años que trabajo acá y no recuerdo otro igual”. De todas formas señaló que hay que esperar a fin de año para hacer una evaluación ya que el clima se mueve por períodos, de máxima y mínima a lo largo de varios años.
Un ejemplo de esto son 2009 y 2010 en los cuales, según datos que aportó Jara, no hubo registros de precipitaciones.
Varios días seguidos
No sólo fueron muchas las jornadas de lluvia sino que se sumaron dos o tres seguidas, lo cual no es muy habitual por estos lares.
El meteorólogo aseguró que de los días que estuvo de turno, no recuerda haber visto tres días continuados de precipitaciones así como tampoco un solo día con tanta cantidad de agua como fue el caso del sábado 22. Esta situación fue la que ocasionó los mayores problemas: inundaciones y casas que cedieron. Luego de las tormentas del fin de semana, el martes 24, Defensa Civil contabilizó 222 evacuados y 2.108 casas anegadas.
“En otros febreros quizás se dan 10 tormentas que suman 140 mm, pero de esta manera la tierra no alcanza a absorber el agua”, explicó.
Por este motivo, hubo casas que colapsaron, en particular aquellas construidas de adobe, ya que no alcanza a secarse.
De todas formas, no hay que dejar de lado que esta es la “temporada alta” de precipitaciones, las cuales se concentran mayormente entre enero y febrero.
Para los próximos días el Servicio Meteorológico informa que se espera nubosidad pero, en principio, sin tormentas.
Para hoy y mañana se pronostica un cielo algo nublado, en el primer caso con vientos leves. Para el jueves también se espera una nubosidad variable. Sobre el fin de semana de la Fiesta de la Vendimia sólo hay pronóstico hasta el viernes cuando se anticipa que estará inestable, con una mínima de 16 y una máxima de 25 grados.