El diccionario nos dice que "farsa es una obra de teatro cómica, cuyo único objetivo es hacer reír a los espectadores". Los actores se convierten en farsantes. Es decir, en "personas que engañan, que fingen lo que no sienten". Adolfo Pérez Esquivel "es Premio Nobel de la Paz argentino, pacifista y defensor de los pueblos originarios" desde 1980. Él se ha manifestado muy preocupado "por la brutal represión de las fuerzas de seguridad" contra opositores al Gobierno durante los salvajes hechos de vandalismo acaecidos en la Plaza del Congreso Nacional el 18 de diciembre mientras se trataba en la Cámara de Diputados la Ley de Previsión Social. Se ha manifestado en diferentes oportunidades muy crítico del gobierno de Brasil de Michel Temer al que considera ilegítimo, aunque muy rara vez ha opinado sobre la dramática situación en Venezuela y los 125 manifestantes muertos que se oponían al régimen de Nicolás Maduro. Se ha manifestado a favor de la "causa mapuche"; ésta pretende mutilar la soberanía argentina en una importante extensión del territorio nacional. El 18 de marzo de 2017, a su regreso de un breve viaje a las Islas Malvinas, Pérez Esquivel fue escrachado en el aeroparque Jorge Newbery por la Comisión de Familiares de Caídos, por considerar que no representaba a los familiares de los muertos en la Guerra de Malvinas. La Ley 19.211 sancionada en setiembre de 1971 concede a los argentinos que obtuvieron el Nobel una "pensión vitalicia y móvil cuyo haber mensual será equivalente a la remuneración que corresponda al cargo de juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación". Es decir que Pérez Esquivel es una persona de abierta y definida orientación política que condena duramente los crímenes de quienes no comparten su ideario político, pero nada o muy poco dice de quienes reprimen "en nombre de la igualdad y la justicia". Pérez Esquivel tiene un ingreso económico mensual que no tributa Ganancias que en la actualidad supera los 380.000 pesos como consecuencia de una ley sancionada por la dictadura derechista del general Alejandro Agustín Lanusse en 1971. Los antiguos griegos tenían sus farsas, los argentinos tenemos las nuestras.
Jorge Lidio Viñuela
Ministro plenipotenciario jubilado