En 2013 y a sus 76 años, la alemana Heidi Hetzer contaba con todo lo que muchas personas considerarían suficiente para sentirse realizadas hasta el final de sus días: un buen trabajo, un buen pasar económico, un perfecto estado de salud y la comodidad de su hogar en Berlín, sumado al contacto permanente con sus hijos. Pero al parecer no era suficiente.
En agosto de 2014 decidió empezar una nueva vida (o empezar a vivir) y salió a recorrer los cinco continentes a bordo de su impecable Hudson Great Eight de 1930 -en pocas palabras: un lujoso auto de colección-. Así pasó por Europa, Asia, Oceanía y América, donde se encuentra actualmente.
Hace 5 semanas, ya con 78 años, llegó a Argentina y Mendoza fue parte de su itinerario, aunque -lamentablemente- no se lleva el mejor de los recuerdos: estando en la puerta de un hotel en calle Alem le robaron uno de sus seis bolsos de mano con forma de auto. Allí tenía dinero, documentación personal, una tablet y lo que más lamenta haber perdido: su cuaderno de notas. En él tenía anécdotas, recuerdos y hasta las direcciones de todos los amigos que había hecho en esta travesía.
Como si no fueran demasiados detalles dignos de una película ya, hay todavía más: a Heidi le detectaron cáncer mientras estaba viajando -fue en Perú, y allí mismo la operaron- y no habla una sola palabra de español. Esto último ha dificultado la búsqueda de su cuaderno, al punto que fue su hija -desde Alemania- quien tradujo al español el panfleto que ella luego imprimió y repartió por algunos lugares del centro donde ofrece recompensa y deja su mail por cualquier novedad.
“Lo que más me interesa recuperar es el cuaderno con anotaciones de todo el viaje. Llega un momento en que se llena la memoria de la cabeza y por eso iba anotando ahí todo lo que vivía. También tenía una estampita de un ángel y un pequeño cuchillo de adorno, que había sido de mi padre y tiene un valor sentimental muy fuerte para mí”, destacó la mujer en un claro inglés que se iba ahogando entre sus lágrimas y las bocanadas de aire.
Borrón y cuenta nueva
Heidi era la propietaria de una concesionaria de autos Opel. Amante de los vehículos, en su juventud corrió en motos y en autos. De hecho, es una corredora reconocida en Alemania.
“Cuando le ofrecí a mi hijo continuar con el negocio, me dijo que no le interesaba. Entonces hace 3 años vendí la empresa y decidí que quería viajar”, contó la mujer que, tras un efímero paso por Mendoza, siguió con su travesía rumbo a Chile.
Heidi tiene 2 hijos y 5 nietos y se inspiró en su compatriota Clärenore Stinnes, la primera mujer en dar la vuelta al mundo entre 1927 y 1929.
“Clärenore dio la vuelta al mundo, mientras que yo quiero conocer los cinco continentes. Por eso empecé el viaje. Mis hijos me dijeron que no iba a poder estar sin trabajar”, rememoró hace algunos días en una playa de estacionamiento de calle Rioja (Ciudad).
La aventurera ya pasó por Turquía, Irán, Mongolia, Singapur, Australia y Nueva Zelanda. “Los tramos por mar los hice adentro de un container. El auto iba ahí, y yo iba en él. Era la única tripulante del barco”, relató. Así, por ejemplo, transcurrieron las 4 semanas de viaje desde que salió de Australia hasta que llegó a Estados Unidos por el Pacífico.
Un tumor no es caída
Ya en suelo americano, siguió en su auto con dirección al sur, haciendo todas las escalas necesarias para apoderarse de imágenes -en la cámara y en su retina-, y mil y una historias. Así hizo varios amigos de viaje, como Lili (otra joven alemana) con quien llegó hasta Perú. Fue estando en la capital de ese país cuando un médico le detectó cáncer.
“Me molestaba en la zona de abajo. Me revisaron y me dijeron que tenía cáncer y que tenían que operarme. Cuando avisé a mis hijos, me rogaron que volviera pero me operaron y todo salió bien, por suerte. No tenía motivos para dejar de viajar”, siguió.
En algunos de los sitios por los que ha pasado, corresponsales de la televisión de Alemania la han entrevistado. “No lo hago por dinero sino porque quiero ser libre”, reflexionó.
El robo en Mendoza
Heidi y su Hudson llegaron a Argentina más decididos que nunca a terminar su aventura. Conduciendo por Chilecito (La Rioja), tuvo un desperfecto mecánico y quedó tirada en la ruta. "Como no había ningún taller, me remolcaron con una grúa hasta Mendoza. Me salió 16.000 pesos el traslado", continuó.
La dejaron en un taller en el carril Rodríguez Peña y allí detectaron el problema. “Necesitaba un repuesto que no está acá, por lo que lo mandé a pedir a Estados Unidos y me lo enviaban a Chile. Viajé en micro a buscarlo y volví el 8 de abril. En las inmediaciones del hospital Central me senté un rato y me distraje. Cuando quise buscar mis cosas, noté que me faltaba la cartera”, recordó con angustia.
A partir de ese día se sintió más incomunicada que nunca, ya que pocas personas con las que se cruzó hablaban inglés. Así y todo logró hacerse entender y hasta un vendedor mendocino ofreció su número de teléfono para agregarlo como contacto.
El show debe continuar
Más allá de la pérdida, por la cabeza de Heidi nunca se cruzó la idea de abandonar. Por eso es que esta semana volvió con su auto a Chile.
Lo hizo tras dos intentos fallidos de llegar conduciendo (ambas veces el Hudson tuvo algunos desperfectos), por lo que decidió llevarlo remolcado con una grúa que los deje directamente en el país trasandino, donde seguirá recorriendo talleres.
“Voy a ir a Bariloche y hasta Buenos Aires para visitar el Museo Fangio. ¡Yo conocí a Fangio en persona! En junio quiero estar en África y en octubre regresaré a Berlín. Llevo dos años conociendo el mundo arriba de un auto. No es fácil, pero lo disfruto”, sintetizó Hetzer, quien aprovechó que el miércoles mejoró el tiempo en alta montaña y el Paso Internacional Cristo Redentor fue habilitado.
Se busca
Recompensa por su cuaderno.
Más allá de encontrarse de viaje, aclaró que no dejaría de volver a Mendoza ante cualquier novedad sobre sus pertenencias. Incluso, hasta ofrece recompensa para quien la encuentre y devuelva. Ya sea para brindarle noticias sobre el bolso o bien para seguir su aventura, la gente puede contactarse con ella vía mail a meet.heidi.along.the.way@gmail.com, en su blog heidi-around-the-world.com y en su Instagram (instagram.com/heidihetzer).