Familias de El Borbollón llevan una semana sin gas

El paro de los trabajadores del Petróleo y Gas Privado agudizó el problema de miles de mendocinos. Al distrito lasherino, además, no llega el beneficio para comprar garrafas.

Familias de El Borbollón llevan una semana sin gas

Si bien el paro de los trabajadores gasíferos nucleados en el Sindicato de Petróleo y Gas Privado comenzó el martes pasado, algunos vecinos de El Borbollón ya llevan una semana sin garrafas y, por ende, sin gas. Con todo lo que ello implica en pleno invierno.

Teniendo conocimiento de la denominada garrafa social sólo por haber oído hablar de ella alguna vez (al lugar no llega este beneficio, según indicaron), más de 100 vecinos de la zona conocida como “El Borbollón de abajo” (a 20 kilómetros de la Ciudad de Mendoza) llevan varios días sin poder comprar gas envasado y teniendo que cocinar y calefaccionarse con leña y fuego.

“Hace una semana que no pasa el garrafero y acá hay muchos chicos y bebés. Para poder cocinar o calefaccionarnos, tenemos que salir a hacer fuego. Además de demorarse más, es inhumano estar saliendo antes de las 7 de la mañana con temperaturas bajo cero”, graficó Juan, quien vive junto a su esposa y su pequeño en una casa ubicada prácticamente a la vera de la ruta 40.

Como Juan, varios hombres y mujeres dedican gran parte de su día a juntar maderas y yuyos en el lugar para intentar mantener el fuego siempre vivo por estos días. “Acá hay cuatro casas. Somos como 20 personas viviendo en el mismo terreno, en cuatro casas. Hay seis chicos de menos de seis años. ¿Cómo no vamos a calentar leche o comida con el frío que hace?”, destacó a su turno Hilda Cornejo, otra humilde vecina del lugar.

Sin suministro
Ni natural ni envasado. Los lugareños de "El Borbollón de abajo" hace varios días que (sobre) viven sin gas. "Hace tres días nos quedamos sin gas. Hace más que no viene el garrafero, pero a nosotros nos quedaba algo. Acá no llega la garrafa social, por lo que estamos comprando la de diez kilos a 95 pesos y la de 15 a 150 pesos. Pero ahora no llega ni eso, por lo que nos la estamos arreglando con fuego", indicó Hilda, con una mezcla de preocupación y resignación en sus palabras.

En el mismo lote, en distintas casas precarias, viven Rosana, Isabel y otras familias más. “Somos muchas casas, muchas familias que estamos pasando por esta situación y acá nadie nos escucha. El invierno es más frío que en cualquier lado y esto del paro nos complicó, mucho”, agregaron las mujeres durante la mañana de ayer, mientras avivaban el fuego en la entrada de sus hogares.

“Hace cuatro días que tenemos que estar saliendo a hacer fuego, a buscar madera, a poner la olla o la jarra para cocinar afuera, con un frío que te llega hasta los huesos y con los chicos adentro con frío, por más abrigos o mantas que les pongamos”, agregó Rosana.

“Lo que más necesitamos ahora es que se levante el paro lo antes posible y que vuelvan las garrafas para que podamos comprar. Las necesitamos para comer, para cocinar. Para los niños, para todos. Lo ideal sería poder acceder a la garrafa social, pero nos conformamos con que haya para que podamos comprar, al precio que sea”, sentenciaron.

En el mismo callejón, que desemboca en la 40, viven Victoria y su familia. “No nos hemos quedado sin gas, pero nos queda el fondo de un solo envase. Hoy mismo (por ayer) se nos acaba y no sé cómo vamos a hacer”, indicó Victoria.

Al igual que en todos los lotes y casas del lugar, durante la mañana de ayer la joven madre recurrió a la leña y el fuego para calentar -ya sea la comida o su vivienda-.

"Está muy difícil la situación para los que vivimos acá. Muchos estamos sin trabajo o tenemos changas y no podemos gastar cien pesos o más en una garrafa. Sería bueno que llegara el plan de garrafa social también a la zona", agregó Victoria, reiterando el pedido más común de los vecinos del lugar.
Sin gas, los días para esta mujer y su familia son una travesía helada.

“Mando a mi nene de 11 años a la escuela todas las mañanas y sale a tomarse el micro a las 7.20. Pero no lo puedo mandar sin desayunar, por lo que ahora -sin gas ni garrafas- me tengo que levantar y hacer fuego afuera antes de las 6.30 para poder calentar agua y darle algo caliente antes de empezar el día”, siguió la damnificada, y agregó que también tiene un hijo de dos años que la está pasando muy mal con la escasez de gas en el lugar.

“Necesitamos urgente que se termine este conflicto, que se levante el paro y volvamos a la normalidad. No tenemos una gran vida, no tenemos grandes y lujosas casas que queremos calefaccionar. Sólo necesitamos volver a tener el gas mínimo e indispensable. Para cocinar, para no morirnos de frío, para poder vivir”, indicó -casi en forma de súplica- otro de los vecinos del lugar.

Durante las primeras horas de la mañana, en esa zona es muy común que la visibilidad se encuentre restringida. En parte, por la niebla característica del frío. Pero también por el humo que se instala en el paisaje, producto de la quema de pastizales y basura en el lugar.

“Hay muchos basurales en la zona, por lo que permanentemente se está quemando en el lugar. Pero también mucha gente enciende troncos y pastizales con la idea de tener un poco más de calor cerca de su casa. El invierno es muy difícil acá, con o sin gas”, agregó Gisela a su turno.

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