Es normal que en un torneo tan corto y que da tanto, el nivel de ansiedad vaya de menor a mayor en cada presentación. Lograr los tres puntos, sobre todo en condición de local, se toma casi de “vida o muerte”.
El gesto de Ricardo Rodríguez pidiendo calma se repitió una y otra vez ante Crucero del Norte. Y no era para menos porque hasta el minuto 19, cuando Diego Torres marcó el gol para la visita, la Lepra había jugado los mejores minutos desde que arrancó el torneo.
Pelota al piso, triangulaciones y sorpresas en todo el frente de ataque eran las cartas que mostraba el Azul en el Gargantini. Pero después del tanto misionero, Independiente Rivadavia mostró su peor cara, la que debe trabajar para poder revertir una situación como la que afrontó el lunes por la noche en la “Catedral”.
El equipo fue un manojo de nervios, se mostraba ansioso y encima el “run run” de la platea tampoco ayudaba mucho que digamos.
Todo se había perdido. Lo bueno que se mostró al principio, se desvaneció y las imprecisiones inundaron el estadio Azul. Por decantación cuando un equipo se pone impreciso corre peligro de sufrirlo en su propio arco.
Aunque claro, cuando, en menor medida, se tranquilizó no solamente pudo equiparar las acciones, sino también, que se puso en ventaja, la cual después supo defender para quedarse con tres puntos importantes ante un rival duro como van a ser todos los que enfrente de acá a 16 fechas que son las que quedan para terminar este torneo “especial” con diez ascensos.
Independiente tiene todo para quedarse con una de las plazas para la máxima categoría. De a poco los dirigidos por Ricardo Rodríguez van mejorando y no han dejado de lado la entrega que los caracterizó en la temporada pasada.
Pero falta controlar la ansiedad, es difícil, pero vital para poder lograr el objetivo. De lo contrario, se puede pagar caro.
Pérez y Peralta esperan, méndez puede volver
El panorama de los lesionados pinta bien en la Lepra. Según confirmó el cuerpo médico, Eduardo Méndez ya está en condiciones de volver tras el desgarro que sufrió y será probado entre hoy y mañana.
Diferente es la situación de Ezequiel Pérez y Abel Peralta. Si bien evolucionan de sus lesiones, se supo que aún deberán esperar por lo menos 10 días más para poder volver a jugar.
