Fuera de África, se sigue ejerciendo la mayor de las vigilancias ante los casos sospechosos. El Departamento de Salud del gobierno vasco, en España, informó que un paciente residente de la provincia de Vizcaya que tras regresar de Sierra Leona por razones laborales “presentaba fiebre” y fue “ingresado en aislamiento” dio negativo al virus del Ébola.
Asimismo, un caso sospechoso de Ébola en Alemania dio finalmente negativo.
En África Occidental, Liberia anunció ayer que fueron hallados los enfermos de Ébola que huyeron el fin de semana de un centro de aislamiento en Monrovia, una fuga que había desatado el temor de una expansión de esta contagiosa epidemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó ayer que la epidemia sigue extendiéndose en África Occidental, aunque destacó “señales alentadoras” en dos de los países afectados, Nigeria y Guinea.
Desde el inicio de la epidemia en marzo pasado, esta fiebre hemorrágica muy contagiosa ha causado 1.229 muertes (casos confirmados, sospechosos o probables), según el último balance de la OMS del 16 de agosto: 466 en Liberia, 394 en Guinea, 365 en Sierra Leona y cuatro en Nigeria.
También murió a principios de agosto en un hospital de Madrid un misionero español, días después de haber sido repatriado de Liberia.
Contagiados volvieron a pie
El ministro liberiano de información, Lewis Brown, informó ayer que habían sido encontrados los 17 enfermos de Ébola que se fugaron del centro de cuarentena en Monrovia, que fue atacado el fin de semana.
“Los 17 pacientes que se fugaron del centro para enfermos de Ébola han sido hallados. Regresaron a pie al hospital JFK”, el principal del país, dijo el ministro.
Los 17 pacientes habían sido ingresados en un centro de aislamiento en el barrio de West Point, en los suburbios de Monrovia, para ser transferidos luego a un hospital. Brown añadió por otra parte que tres miembros del personal médico contaminados reaccionaban positivamente a un suero experimental estadounidense.
El centro de aislamiento de la capital liberiana había sido atacado y saqueado la noche del sábado al domingo por hombres armados con cuchillos y garrotes, que aseguraban no creer en la presencia del virus.
“Lo peor es que quienes saquearon el centro se llevaron colchones y sábanas con fluidos procedentes de los cuerpos de los enfermos”, se había lamentado el lunes el ministro Brown, al hablar de una posible medida de puesta en cuarentena del barrio de 75.000 personas.
Según la OMS, entre el 14 y 16 de agosto, se han producido 113 nuevos casos de Ébola y 84 muertes en estos países africanos, 53 de ellas solamente en Liberia, donde la situación es considerada especialmente preocupante.
La progresión de la epidemia sigue siendo intensa pese a la movilización internacional, sin precedentes desde que apareciera la enfermedad en 1976.
Sin embargo, la OMS -que decretó el 8 de agosto una emergencia de salud pública mundial y recomendó medidas de excepción en los países afectados- aludió a destellos de esperanza en Nigeria, el país más poblado de África, y también en Guinea. “Hay señales alentadoras en estos dos países”, declaró una portavoz de la OS, Adelfa Chaira, en un encuentro con la prensa en Ginebra.
“Lo que es alentador en Nigeria, es que hasta ahora solamente ha quedado identificada una cadena de transmisión”, añadió, en referencia a un ciudadano de doble nacionalidad estadounidense y liberiana, Patrick Sawyer, fallecido a fines de julio en Lagos, donde había llegado de viaje, y a la gente que contaminó.
Pero ante la magnitud de la crisis en la región, la OMS trabaja con el Programa Alimentario Mundial (PAM) para encaminar la ayuda a un millón de personas que viven en cuarentena en diversas regiones de Liberia, Nigeria y Sierra Leona. Los demás países africanos, a su vez, siguen tomando medidas preventivas. Camerún anunció el lunes el cierre de todas sus fronteras con la vecina Nigeria.