El simulacro electoral salió mal y las alertas se encendieron. El objetivo era supervisar el funcionamiento del nuevo sistema de transmisión de datos. El Ministerio del Interior minimizó el episodio. Sostiene que el próximo sábado 20 de julio, cuando se haga la última prueba antes de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 11 de agosto, el sistema funcionará sin problemas.
El sábado pasado se realizó en 3000 escuelas la prueba piloto del nuevo sistema de transmisión de datos, a cargo de la empresa SmartMatic, adjudicataria del concurso de precios, con un contrato por 17 millones de dólares.
Las mesas de votación contaron con una impresora con scanner, para fotocopiar o digitalizar los telegramas, y una netbooks para enviar esa información con el recuento de votos, mediante un software, a un servidor central. La conectividad falló, es decir, los resultados que debían transmitirse por medio de las netbooks al servidor central, llegó con demoras o no fue recibido. Se estima que en una votación real, esto hubiese significado tener un 15% de los resultados, ocho horas después de empezado el escrutinio.
Aunque admitió las fallas, el Gobierno no emitió un comunicado en el que se precisen los detalles.
Las versiones dicen que el simulacro fue como si hubieran votado unas 40 mil personas en unas tres mil escuelas de todo el país. Las PASO, y también las generales de octubre, abarcan 90 mil mesas y 15 mil escuelas.
En estas elecciones habrá una "innovación tecnológica": la transmisión electrónica de los partes del escrutinio. Desde las escuelas se transmitirán por medios electrónicos los resultados provisorios a dos centros de cómputos (antes había sólo uno): al tradicional de Barracas del Correo Argentino, se suma otro en Monte Grande, en provincia de Buenos Aires. Antes, esa información se enviaba al centro de cómputo del Correo Central en camionetas.
De cada mesa de votación, sale un acta, la que tiene validez legal y sirve como único instrumento respaldatorio en el escrutinio definitivo. Luego están los certificados que reciben los fiscales partidarios, que son las copias de las actas. Y finalmente, está el telegrama, que es lo que se transmite ahora por internet al centro de cómputos.
El técnico informático Gustavo Smaldone dijo a la prensa que "El sistema funcionó mal, lo que no implica necesariamente un fraude en sí. Para que haya fraude, el sistema debe funcionar", explicó.
Ariel Garbarz, fiscal informático del kirchnerismo, planteó que "me preocupa que falle el sistema, pero más me preocupa que pueda ser adulterada la información".
El 20 de julio será la revancha. Se realizará una prueba similar. Esta vez, los partidos políticos podrán supervisar la prueba y enviar sus fiscales; también podrán estar presentes especialistas y representantes de ONG's relacionadas a la transparencia electoral. Las pruebas, igualmente, serán abiertas a la prensa.
Alejandro Rodríguez, jefe de campaña de Roberto Lavagna dijo: "El próximo día hábil haremos una presentación ante la Cámara Nacional Electoral, exigiendo que se arbitren los medios necesario para garantizar la transparencia de todo el proceso electoral".
En una reunión de los apoderados de Consenso Federal, se recordó que “en la prueba que se hizo, se detectó como mínimo una preocupante ineficiencia; no hubo explicaciones técnicas razonables y nunca llegó un informe que prometieron”, dijo Rodríguez.
El Partido Justicialista, que integra el Frente de Todos, emitió un comunicado en el que se dice tener “fundadas sospechas para afirmar que el proceso electoral podría estar viciado de nulidad”.
El Presidente del PJ, José Luis Gioja, dijo: “Los resultados preliminares que arrojaron los simulacros realizados recientemente no dejan lugar a dudas, sólo el 33% de las 10 mil mesas que se sometieron a la prueba realizada”.
Fiscal Di Lello: “Es imposible que haya fraude”
El fiscal federal con competencia electoral Jorge Di Lello, aseguró que "es absolutamente imposible que haya fraude" en las próximas elecciones nacionales que se realizarán el 11 de agosto y el 27 de octubre.
Di Lello salió al cruce de las advertencias de la oposición por la falla en el simulacro de recuento de votos realizado el sábado pasado, a poco más de 40 días de las PASO. Se hizo la primera prueba del sistema provisto por la empresa Smartmatic y falló desde el inicio. El ensayo del mecanismo provisto por la empresa inglesa se inició con "un colapso de la plataforma de transmisión" cuando comenzó el simulacro que involucró a 3.000 escuelas en todo el país, conectadas a sucursales del Correo Argentino.
Por ello, la oposición salió al cruce y expresó quejas formales ante la Justicia electoral, por temor al fraude.
Ahora, Di Lello dijo que no hay riesgos: “Siempre hay discusión sobre la posibilidad de fraude. Lo que motiva la discusión es el cambio del software para acelerar los datos del escrutinio provisorio”.
"El acto material del escrutinio no cambia. Hay una acordada de la Cámara Nacional Electoral que reitera la vigencia del viejo mecanismo del recuento provisorio y el definitorio", dijo el fiscal federal con competencia electoral en declaraciones a Radio 10.
Según Di Lello, al que le toca ser opositor siempre le tiene temor a esas maniobras, que en esta oportunidad "no son viables para modificar un resultado".
“Si hablamos técnicamente de fraude como volcar un resultado final distinto al obtenido, es absolutamente imposible”, enfatizó el fiscal.
Y agregó: “El fenómeno que tiene el sistema electoral argentino, que algunos posmodernos trataron de modificar y ahora eso se ha acallado, tiene la participación de muchos, por lo cual cualquier maniobra que intentara hacerse requiere un concurso virtualmente imposible”.