Falló el sistema de puntos y endurecerán sanciones escolares

El equipo técnico de la gestión que asumirá en diciembre aclaró que no puede asegurar que volverán las amonestaciones.

Falló el sistema de puntos y endurecerán sanciones escolares

Hace dos años, Mendoza inauguró su año lectivo con uno de los cambios más importantes de los últimos años en lo que respecta a enseñanza media: en reemplazo de las amonestaciones que se venían aplicando desde hacía décadas, el Gobierno escolar inició un proceso para que los directivos y profesores se familiarizaran con el sistema de puntaje que rige actualmente y que -en líneas generales- establece la quita de puntos según la falta cometida y la realización de una acción reparadora.

Sin embargo, ahora, cuando el calendario acerca a los mendocinos hacia el cambio de autoridades que serán comandadas por el gobernador electo Alfredo Cornejo, todo indica que el próximo regreso a las aulas en 2016, el reglamento de convivencia en los colegios volverá a ser modificado.

Fueron justamente los nombres que suenan más fuerte para comandar la gestión educativa  que viene quienes se encargaron de anunciar la novedad.

“Hemos escuchado a docentes, alumnos, directivos y padres y ellos han mostrado la necesidad de que existan reglas claras y un sistema más útil al momento de  educar a los alumnos en límites”, dijo la senadora radical Norma Corsino, quien preside la Comisión de Educación del Senado e integra el equipo técnico de Cornejo.

Según la senadora, el proceso para implementar un sistema que sea más rígido (consideran que el actual es demasiado flexible) implicará llegar a un consenso con las diferentes comunidades educativas.

“No podemos asegurar ahora si se volverá o no al sistema de amonestaciones. Pero sí queremos que se ponga en marcha un régimen claro que permita al chico diferenciar cuándo algo está bien y cuándo mal”, dijo, y agregó que al tiempo de ‘endurecer’ las sanciones disciplinarias se buscará trabajar en un sistema de prevención para evitar que los hechos violentos dentro de las aulas se sigan repitiendo.

“Queremos que el padre vuelva a la escuela, que participe de manera activa al momento de aplicar los límites en conjunto con los educadores”, agregó Corsino. En el mismo sentido, Mariana Caroglio, directora de Educación del municipio de Godoy Cruz, opinó que se buscará lograr que la juventud entienda que a la escuela se va a estudiar y a cumplir con normas. “De lo contrario, estaremos en problemas”, sentenció la funcionaria.

El sistema de puntaje que rige desde 2013 en las escuelas secundarias de Mendoza fue puesto en marcha a través de la resolución N°445. Esta disposición -para las actuales autoridades- giró en torno de la necesidad de pensar en una escuela más inclusiva, que promoviera un mayor involucramiento por parte de toda la comunidad educativa al momento de resolver los problemas disciplinarios.

Así, el modelo -que a lo largo de estos años cosechó críticas y voces a favor- vino a reemplazar a las antiguas amonestaciones por una metodología basada en la quita de puntaje según la gravedad de las faltas cometidas por los alumnos, tomando como referencia un total de 25.

Su implementación no fue sencilla, puesto que según la realidad de cada escuela fue más o menos posible cumplir con este objetivo y de hecho hubo colegios donde los directivos cuestionaron la falta de gabinetes adecuados para evaluar cada caso puntual y brindarle el seguimiento necesario.

Según Corsino, la necesidad de mejorar el sistema o volver a reemplazarlo se planteó en base a la propia inquietud de los padres y docentes que manifestaron diferentes falencias en el actual régimen durante los recorridos realizados por los equipos técnicos en las escuelas.

“Buscaremos que éste sea un tema prioritario de la agenda del próximo gobierno”, dijo la senadora, y aclaró que el paso siguiente será aguardar hasta la asunción de la nueva gestión y el nombramiento de los funcionarios/as que integrarán la nueva cartera educativa. “Nosotros lo que haremos será presentar al próximo gobernador nuestro trabajo como equipo técnico”, aseguró.

Por su parte, Caroglio expresó que el sistema actual no ha funcionado debido a que hay chicos que son violentos con sus compañeros y con los docentes.

Consensuar la norma 
Desde el punto de vista del psicopedagogo Alejandro Castro Santander, quien ha investigado largamente las problemáticas ligadas a la violencia y la inconducta en las escuelas, la clave -más allá del sistema que se implemente- consiste en que las normas a aplicar se sostengan desde una construcción conjunta entre los padres, los docentes, los directivos y los alumnos.

“La medida que se aplique frente a una falta debe ser justa y a partir de ese acto de reparación el chico tiene que aprender, pero no por imposición de poder, sino porque generó una conciencia genuina en valores respecto de lo que está bien y lo que no”, dijo el especialista y agregó que las reglamentaciones también deben estar destinadas a padres y docentes, quienes también suelen ser responsables de faltas.

En su último libro referido a la temática denominado “Autoridad y liderazgo educativo”, Castro Santander ha abordado la problemática referida a la forma en que se definen y aplican las normas. “Si esta construcción es deficiente, esto conlleva a conflictos y luego a hechos de violencia”, aseguró, y sostuvo que una vez que una regla rige esto simplemente debe ser aplicado y respetado. Ese rol, destacó, le corresponde a cada directivo.

UNCuyo: hay amonestaciones y acompañamiento

A pesar del reemplazo de las amonestaciones en las escuelas de la Provincia, los colegios que dependen de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) no modificaron su sistema sancionatorio.

“Nosotros seguimos con el sistema de amonestaciones, nunca lo cambiamos”, resaltó María Isabel Zamorano, directora general de Educación Secundaria de la UNCuyo. En la institución cuentan con una ordenanza que es un marco de convivencia para toda las escuelas.

“En primer lugar se mencionan los deberes y derechos de padres, alumnos y docentes y después se especifican las medidas a tomar cuando no se respetan esos deberes y derechos. Tenemos faltas graves y faltas muy graves, en relación con sus impactos”, detalló la académica, que añadió que, a su vez, cada uno de los colegios tiene su propio régimen de convivencia consensuado con la comunidad.

Con la acumulación de 20 amonestaciones un alumno de un colegio de la UNCuyo se puede quedar libre. “Pero esta condición no la decide unilateralmente la directora, sino que se discute con todos los profesores y se evalúa por qué se llegó hasta ese punto”, explicó.

En el caso de que el alumno efectivamente quede libre tiene que rendir todas las materias juntas. “Lo que sí hacemos es darle un acompañamiento, porque el objetivo no es perderlo, sino que vea que hay dificultades por las cuales no pudo conservar su condición de regular”, afirmó Zamorano.

Una modalidad que utilizan hace más de 15 años en algunos casos puntuales es requerir del alumno una compensación y no ponerle la sanción.

"Tampoco consideramos que todo puede ser compensado", aclaró. Para cerrar, la titular de Educación Secundaria destacó que en las distintas instituciones no tienen problemas graves de disciplina, sobre todo porque comparten el proyecto educativo con los padres. / Carla Romanello

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