La misma Chevy que antes lo había llevado a la gloria ganando la quinta fecha precisamente en La Plata, después de dos intentos fallidos (penalización cuando ganaba y rotura del impulsor liderando en Concepción del Uruguay), se detuvo en el momento menos pensado. Pasada en kilos por los 20 que debió cargar de lastre tras el éxito en el Roberto Mouras, dio apenas tres vueltas en la final de ayer.
Quedó a la vera del camino, impidiendo que Julián Santero sumara buenos puntos en función de la fase regular del campeonato que ahora lo tiene en el décimo lugar (cayó cuatro posiciones cosechando sólo las 4 unidades en la serie).
El mendocino del Dole Racing demostró, una vez más, que únicamente las sanciones o las fallas mecánicas pueden detenerlo. En la primera batería, moviendo del segundo cajón junto al poleman Federico Paoloni (a la postre ganador de la competencia decisiva), transitó por afuera sobre el curvón del trazado platense y metros más adelante ejecutó al piloto de Ford con una brillante maniobra.
Sin embargo, otra vez una penalización lo retrasó. Como nuestro crédito invadió el carril de largada del entrerriano, pisando apenas la línea blanca pintada sobre el asfalto, debió ceder la posición.
Así, bajó al segundo puesto y luego no pudo dar batalla. “La maniobra de la largada fue muy ajustada y luego lo pasé muy bien por afuera. Lamentablemente tuve que dar el puesto y el auto ya no fue el mismo porque patinaba mucho”, expresó Santero luego del parcial.
Largando tercero en la final, el ex monarca de Fórmula Renault fue detrás de Paoloni y Valentín Aguirre (vencedor de la segunda batería) hasta que el motor de su Chivo quedó en silencio.
“Hay un problema de presión de nafta”, dijeron desde el equipo mientras Julián se tiraba hacia un costado del trazado y lo superaban todos. “El auto no acusó nada; se paró de repente. Puede haber sido por una falla eléctrica o de combustible”, manifestó Santero ya en los boxes.
“Es una lástima por los puntos que se pierden. Habrá que buscar la revancha”, cerró mientras veía triunfante a Paoloni con Aguirre y Martín Vázquez como escoltas.