El sobreviviente más anciano del campo de concentración de Auschwitz, un maestro polaco que integró la resistencia cultural nacional de su país, falleció el domingo a los 108 años en la aldea donde residía desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, informó la prensa polaca ayer.
El extinto, Antoni Dobrowolski, era un maestro de primaria que se rebeló contra las normas implantadas por el ocupante alemán que prohibían la educación de los polacos más allá del cuarto grado y siguió dictando clases en forma clandestina, informó la agencia polaca RIA Novosti.
La prohibición perseguía el objetivo de convertir a los polacos en una raza de esclavos, según los lineamientos ideológicos del régimen nazi.
Dobrowolski murió en el pueblo de Debno, al noroeste de Polonia, según indicó un funcionario del museo Auschwitz-Birkenau, Jaroslaw Mensfelt, al periódico PolskaTimes.
Había sido arrestado por la Gestapo en 1942 y enviado a Auschwitz, desde donde lo trasladaron luego a Gross-Rosen y finalmente a Sachsenhausen, donde fue liberado en la primavera de 1945 por el ejército soviético muy cerca del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
En Debno siguió dando clases, llegó a director de un colegio primario y luego de un colegio secundario. Su cuerpo será inhumado hoy por la noche en su pueblo natal.
Auschwitz "era peor que el Infierno del Dante", declaró Dobrowolski en una entrevista televisiva cinco años atrás. Fue el mayor de los campos de concentración y exterminio nazis (ver aparte).
Auschwitz, símbolo del Holocausto, fue el campo de concentración más grande construido por la Alemania nazi, y en sus cámaras de gas murieron más de 1.000.000 de personas, la gran mayoría judíos. Junto a ellos, murieron también entre 70.000 y 75.000 polacos no judíos, así como 21.000 gitanos, 15.000 prisioneros de guerra soviéticos y entre 10.000 y 15.000 opositores, según datos del museo de Auschwitz.