El titular de la Federación Gráfica Bonaerense, Raimundo Ongaro, falleció anoche a los 92 años en su casa de Los Polvorines, según confirmó esta noche Héctor Amichetti, dirigente de ese gremio.
El histórico dirigente gráfico padecía problemas cardíacos y fue encontrado muerto en su su domicilio por sus familiares, de acuerdo a lo consignado por Amichetti.
Amichetti informó que entre las 10 y 14 de mañana, el gremio gráfico le rendirá un homenaje en la sede sindical de Paseo Colón 731 porque "esa fue su segunda casa".
El gremialista también indicó que los restos de Ongaro (fundador y y jefe de la CGT de los Argentinos) serán sepultados luego en el Cementerio de Sam Miguel.
"Ongaro representa para todos los gráficos y los trabajadores en general un ejemplo de conducta y coherencia", afirmó Amichetti. Y al respecto, puntualizó: "Nuestro compañero es y será la guía de la posición histórica del sindicalismo de liberación. Sufrió cárcel, exilio, y hasta el asesinato de un hijo con tal de mantener en alto esas banderas".
En 1968, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, Ongaro fundó la CGT de los Argentinos, un espacio sindical que rompió con la línea "colaboracionista" que planteaba el sector que lideraba el metalúrgico Augusto Timoteo Vandor.
Esa central, opuesta a las 62 organizaciones peronistas que encabezaba José Ignacio Rucci adoptó un perfil combativo ante la dictadura militar. Si bien Ongaro fue acusado de izquierdista por los sectores ortodoxos del gremialismo, el dirigente gráfico propició el acercamiento a la CGTA a las concepciones revolucionarias que desde el justicialismo propugnaba John William Cooke.
Este espacio sindical contó además con la adhesión de periodistas y escritores como Rodolfo Walsh, Horacio Verbitsky y Rogelio García Lupo, quienes participaron del periódico de la CGT de los Argentinos, que con el tiempo fue valorado como un medio de prensa elaborado con calidad editorial y gran rigor informativo.
Artistas gráficos como Ricardo Carpani, Fernando Pino Solanas y el vanguardista Grupo Cine Liberación también participaron de las manifestaciones que se generaban desde ese espacio de lucha obrera. Ongaro respaldó, en 1969, desde su posición en la CGTA el alzamiento obrero de El Cordobazo, una protesta obrera que devino en un estallido social que puso en jaque al gobierno de Onganía.
Tras esa gesta obrera fue detenido junto a dirigentes como Agustín Justo, Elpidio Torres, y al recuperar su libertad fundaría el movimiento de Peronismo de Base. En septiembre de 1974, impulsa desde Tucumán la creación de una Coordinadora de Gremios en Lucha que apoya la lucha de los trabajadores de los ingenios azucareros en esa provincia.
Su oposición a los sectores de la derecha peronista, encabezados por el ministro José López Rega, determinarían que en 1975 fuera detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en el marco del Estado de Sitio impuesto por el Gobierno de Isabel Perón.
En prisión recibió la noticia del asesinato de uno de sus hijos, Alfredo Máximo, a manos de la Triple A, y tras gestiones de sus familiares pudo dejar el país e iniciar un exilio que concluiría con la llegada de la democracia.
Durante el gobierno de Raúl Alfonsín retomó la actividad gremial en sindicato gráfico y en 1989 prestó su apoyo a la candidatura presidencial del dirigente justicialista y gobernador de La Rioja, Carlos Saúl Menem. Ese acercamiento a Menem puede explicar su negativa a participar de la Marcha contra el Indulto a los genocidas de la última dictadura militar, una postura que resultó fuertemente criticada por los organismos de derechos humanos.
La crisis del 2001 asumió desde su gremio una postura de respaldo a la recuperación de fábricas y las experiencias cooperativas que se gestaron en esos conflictivos días.