Un cartel en la vidriera del tradicional local de Emilio Civit y Belgrano informa que hoy permanece cerrado por duelo familiar. Es que falleció Ferruccio Soppelsa, hijo de Güerino Soppelsa, quien llegó a Mendoza desde Italia a fines de los ‘20 para dedicarse a la elaboración de helados artesanales.
Ferruccio Soppelsa se hizo cargo de la conducción del local de la emblemática esquina en 1969, junto con su esposa Claudina Iannuzzi y la colaboración de sus cinco hijos: Liliana, Remo, Luis, Roberto y Héctor, quienes desarrollaban distintas tareas cuando salían del colegio.
En 1996, cuando casi cumplía 80 años la heladería, don Ferruccio recibió la distinción de “Cavalieri del Lavoro”, que entrega el Gobierno de Italia a los trabajadores y emprendedores que se desempeñan fuera del país. Este año se cumplen los 90 años de la creación del negocio familiar que ya cuenta con doce locales en distintas partes de la provincia -varios de ellos franquicias- y uno en San Luis.
Ferruccio Soppelsa falleció hoy a los 93 años y sus restos fueron inhumados por la tarde en el Parque de Descanso.