El periodista Edgardo Antoñana, que conducía el noticiero matutino los fines de semana de Todo Noticias, murió ayer en la localidad de Pinamar. Tenía 62 años y falleció a causa de un aneurisma.
Sus compañeros del canal lo despidieron con dolor. En su reporte, e canal TN señaló: "Su dupla en la pantalla con Dominique Metzger y su estilo cascarrabias habían conquistado el corazón de los televidentes".
Antoñana había nacido en Neuquén, en una pequeña ciudad llamada Plaza Huincul. Estudió locución en Buenos Aires. Luego, durante la época de la dictadura, viajó a Europa. Trabajó como periodista en la BBC en Londres, donde estuvo en el Servicio Latinoamericano. Al regresar, ya en los años de la democracia, fue productor periodístico de Susana Giménez.
"Estudié la primaria y secundaria en Plaza Huincul, un pueblo que pasó cosas muy dramáticas. Ahí nacieron los piquetes. Yo desde lejos vi un pueblo de cierto progresismo, por el desarrollo con YPF, que pasó a la decadencia, al abandono, la postergación. Mi pueblo es la capital del desaliento, pero nunca lo negué", había dicho a TN.com.ar.
Siguió: "Terminé la secundaria, me fui a Neuquén y después de dos o tres años decidí venirme a Buenos Aires y acá empecé a estudiar locución, pero tenía que trabajar porque no tenía condiciones económicas muy sólidas". Antoñana comenzó trabajando en la revista Gente.
Sobre su conocido estilo "gruñón", dijo: "Todos en cierta medida hacemos un personaje. Cuando discuto con los muchachos de TN Deportivo por ejemplo, hago un personaje, porque yo voy poco a la cancha. Los periodistas tenemos que tener un 2 por ciento actoral, el resto sería cinismo. Pero hay cosas que me conmueven de las noticias".
En ese sentido, el periodista dijo en ese reportaje que llegó a llorar presentando notas en cámara. "No tengo ningún tipo de capacidad actoral. Hay cosas que me indignan, como hay cosas que me producen alegría y satisfacción. Me encanta en cámara rescatar los valores, las cosas que se perdieron. No soy conflictivo, puedo calentarme pero se me pasa a los cinco minutos. Si me enojo con mi productora, al rato le doy un beso".
¿Qué temas lo indignaban? Así lo definió él: "Me pone muy mal la injusticia, la mentira, la clase política que no ve la realidad. Los ventajeros, saqueadores de la política, la falta de justicia que hay en la Argentina, el maltrato a los animales, el abandono de la educación".
De hecho, Antoñana era rescatista de perros y mantenía un refugio en su casa de la Costa Atlánica donde albergaba a varios animales abandonados.