El célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, que revolucionó la arquitectura moderna y fue uno de los diseñadores de la futurista capital Brasilia, murió en Río de Janeiro a los 104 años, informó una portavoz del hospital Samaritano, donde estaba internado hace más de un mes.
Un boletín médico será difundido más tarde. El arquitecto, que el 15 de diciembre hubiera cumplido 105 años, estaba internado desde el 2 de noviembre por varias afecciones, incluido una insuficiencia renal y una infección respiratoria.
Nacido en Río el 15 de diciembre de 1907, en una familia burguesa de origen alemán, portugués y árabe, Oscar Ribeiro de Almeida de Niemeyer Soares diseñó más de 600 proyectos alrededor del mundo en más de 70 años de carrera.
Hasta su internación, Niemeyer siguió trabajando en su atelier de grandes ventanales curvados, frente a la famosa playa de Copacabana. Dejó una veintena de obras en curso en varios países.
En 1960, junto al urbanista Lucio Costa y al paisajista Roberto Burle Marx, ideó la nueva capital del país, Brasilia, con formato de pájaro en vuelo, y construyó edificios futuristas de líneas sinuosas como curvas femeninas, de cemento armado, que se transformaron en íconos de Brasil.
Por el innovador uso del hormigón en sus edificios de Brasilia, que fue inaugurada en 1960, el denominado "arquitecto de la sensualidad" ganó varios premios, entre ellos el Pritzker, equivalente al Nobel de Arquitectura, en 1988.
Niemeyer, en silla de ruedas desde hace cuatro años a raíz de una fractura de pelvis, fue hospitalizado varias veces este año y el año pasado, y decía a menudo que "tener más de 100 años es una mierda".
Su último ingreso al hospital fue el 2 de noviembre, a causa de una deshidratación. Aunque estaba lúcido y respiraba sin ayuda de aparatos, fue necesario colocarle una sonda gástrica, luego tuvo una hemorragia digestiva y finalmente su función renal empeoró y tuvo una infección respiratoria que le obligó a respirar con aparatos.
Niemeyer fue ateo y militante comunista hasta el final de sus días en este país de enormes desigualdades sociales.
"Sólo quedan dos comunistas en el mundo, Oscar y yo", dijo en 1995 el entonces presidente cubano, Fidel Castro, durante una visita a Niemeyer en su atelier.
Cuando cumplió 102 años, aseguró que Brasil se convirtió en un país más igualitario tras la llegada al poder de un exobrero, Luiz Inacio Lula da Silva, en 2003, reemplazado a fines de 2010 por su heredera política Dilma Rousseff, también del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).
Su primer gran trabajo -y uno de sus preferidos- fue el "Complexo de Pampulha", en Belo Horizonte, terminado en 1943.
Durante el último carnaval de Rio, en febrero, Niemeyer visitó las obras de renovación del Sambódromo, que construyó en 1984, y donde tendrán lugar varias competiciones de los Juegos Olímpicos de 2016, entre ellos la llegada de la maratón.