Hacía mucho tiempo que no salía a la montaña llevando parientes o amigos que visitaban Mendoza. Uno trata de llevarlos por los mejores lugares, colmarlos de atenciones y, si fuera posible, que no se den cuenta de las fallas, errores y mugre que hay por el camino. También trata de evitar los baches, pero no es posible hacerlo con todos.
A poco de salir de casa, por la avenida Champagnat, entre el puente del canal Papagallos y el Parque del Aborigen, hay un gran charco de aguas servidas que será el tema de otra carta.
Paramos a comprar alfajores en una prestigiosa fábrica que hay camino a Cacheuta (ruta 82). Aprovechamos para tomar un café y veo que en el “documento no válido como factura” hay una sugerencia de propina. La propina es algo que se da voluntariamente. Si es obligatoria se llama impuesto y, si se la pide o sugiere, es limosna.
Después de almorzar en un local de Potrerillos en donde un cartel indicaba: “Aquí podés pagar con tarjeta de débito y tienen la obligación de recibirla”, me informan que “el posnet no funciona”. Cosa habitual extramuros de las grandes ciudades, lo mismo que la factura en un papel cualquiera.
Espero que mi huésped, que es extranjero, no se haya dado cuenta de todo eso. De lo que sí se dio cuenta era de los dos perros que dormían dentro del comedor y de los otros dos que entraban y salían a su gusto.
Ángel Milana
DNI 4.873.153