El brutal asesinato de Fernando Báez Sosa (19), ocurrido el 18 de enero pasado en Villa Gesell, sigue generando eco en la sociedad. Esta vez, algunos medios aseguraron que los ocho rugbiers detenidos se estaban probando tobilleras electrónicas, algo que fue desmentido por la querella.
Al ser entrevistado en "Intratables" (América TV), Fabián Améndola aseguró que era "totalmente falsa" la información que circuló en relación a que a los acusados se les estaba probando la tobillera electrónica. En ese sentido, aseveró que hizo todas las consultas pertinentes y que ese hecho jamás existió. Dijo que recibió muchos mensajes "alarmantes" de distintos ciudadanos que se encontraban "muy preocupados" ante la posibilidad de que eso fuera cierto.
También desmintió que se hayan revisado los domicilios de los rugbiers. Aclaró que desconoce quien hizo circular tanto el dato de la tobillera electrónica como el de los domicilios. En cuanto a las tobilleras explicó que las mismas no se les prueban a los detenidos, ya que, "no hace falta". Agregó que primero debe existir una orden judicial para que esta medida pueda llevarse a cabo.
En cambio, el abogado de la familia Báez aclaró que primero se realizarán dos pericias, una psicológica y otra psiquiátrica, a los imputados Lucas Pertossi (21), Ayrton Viollaz (20), Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Enzo Comelli (20), Luciano Pertossi (18) y Matías Benicelli (20). Todos seguirán alojados en el penal de Dolores como hace un mes.
Días atrás, Lucas Pertossi y Viollaz (20) sí recibieron asistencia psicológica y psiquiátrica en la cárcel.
Según los investigadores, la intención de los dos detenidos era hablar de las condiciones de alojamiento, ya que por el lugar en el cual están encerrados no pueden acceder al patio del penal ni realizar actividades físicas o culturales, y solo tienen una hora por día para poder comunicarse por teléfono con sus familiares y una radio para saber lo que ocurre afuera. Además, los jóvenes contaron que reciben amenazas de violaciones y ataques por parte de otros reclusos.