Con la tradición familiar marcada por su padre, Mario Esnal, el joven empresario Facundo Esnal, presidente de IME Industrias Metalmecánicas Especiales, no sólo conoce su firma y su sector, sino también posee la visión amplia de ser dirigente joven y tener una postura crítica de la situación actual.
-Vamos a sus orígenes, ¿cómo comienza la historia de su firma?
-Vengo de una familia metalmecánica. Mi padre trabajó en Duperial y en Impsa y decidió abrirse para trabajar como proveedor; esto sucedió hace 45 años. Pero se consolidó como una pyme hace 38 años, cuando fundó una sociedad unipersonal que se llamaba Ingeniero Mario Esnal. Con el crecimiento que tuvo la empresa pasó a ser una SRL: Industrias Metalúrgicas Esnal.
Siempre hemos sido cercanos a los componentes hidromecánicos y de regulación y cierre de caudal. Nos tercerizó Impsa, le hacíamos trabajos a Duperial y a Cartellone.
Desde nuestros inicios siempre el foco ha sido trabajar para empresas líderes. Con el paso del tiempo, con la visión estratégica sobre cómo se debe ir desarrollando una pyme en el entramado industrial, se creó un departamento de ingeniería, a través del cual hasta la actualidad estamos conectados a obras hídricas y donde todas las piezas que fabricamos poseen una ingeniería IME, con lo cual pudimos escindirnos de ser terceros directos de una metalmecánica tan importante como es Impsa y empezar a tomar trabajos en forma independiente que son importantes en el conjunto de una obra como una represa.
-¿En qué proyectos importantes han participado?
-En nuestros antecedentes figura la fabricación, puesta en marcha y montaje de todos los componentes hidromecánicos -que sería toda la conducción de agua hasta sala de máquinas- de Caracoles y Punta Negra, que son las represas más importantes que ha hecho San Juan.
Caracoles es la represa más importante de San Juan, lo cual nos da cierto prestigio y facilidad para ser más conocidos y vincularnos directamente con empresas civiles que son las que toman las obras grandes de infraestructura a nivel nacional. Nuestras obras se esparcen por todo el país.
-¿Cómo está hoy su empresa?
-A lo largo de los años nuestra capacidad instalada aumentó. En los últimos tiempos hemos tenido posibilidades de invertir en infraestructura de galpones.
-¿Pero qué inversiones han realizado específicamente?
-En el último año muy pocas. En los últimos cinco años nuestra empresa ha dirigido una inversión muy grande en lo que es capacidad instalada, infraestructura y capacitación; aproximadamente, han sido unos $ 40 millones.
No es una inversión ciento por ciento de IME sino que han tenido que ver mucho los agentes financieros nacionales y provinciales, como el Fondo para la Transformación y Cuyo Aval, y Garantizar, que es nacional y es una Sociedad de Garantía Recíproca del Banco Nación. También nos dio financiamiento el Banco Macro y así pudimos hacer inversiones.
-¿Cuántos empleados tienen?
-104 trabajadores.
-¿Cuánto facturan?
-Cerramos el 2014 con $ 50 millones. Pero solo el empresario no puede avanzar y crecer. Tiene que tener apoyo financiero y productivo, tanto de entidades públicas como de instituciones privadas, ya sea bancos o financieras.
También es necesaria una política de Estado beneficiosa para la actividad, ya sea en obras públicas de inversiones nacionales e internacionales, promociones industriales o reducción de tasas.
Consideramos que el plan del Estado debe estar amarrado al plan estratégico de una empresa.
-¿Como ve al sector?
-Lo veo comprimido, tenemos una capacidad instalada alta, inversiones realizadas para poder producir más y mejor, pero sin demanda. La capacidad instalada hace unos 4 años atrás estaba siendo utilizada en un 80%, hoy estamos en un 60%. El despegue industrial tomará tiempo, sobre todo en un país periférico como el nuestro, donde la adquisición de máquinas y herramientas para la industria pesada necesita de divisas.