Cualquiera sea el resultado, en su rostro siempre se dibuja una sonrisa. Pícaro, inquieto y por sobre todo gran campeón, ya que resultó monarca en ambas clases, Facundo Chapur es una de las figuras del Turismo Nacional. El cordobés de apenas 20 años dialogó en exclusivo con Más Deportes a pocas horas de subirse al Peugeot 308 de Clase 3 que lo tiene expectante en el campeonato, en la segunda posición a 16 unidades del líder Matías Rossi.
Con la ilusión de sumar otro trofeo y hacer la ametralladora que lo caracteriza en cada podio, Chapur habló de todo ya que mañana será momento de máxima concentración sobre el autódromo de San Martín.
-¿Imaginabas que en sólo dos años te llevarías el título de Clase 2 y luego la corona en Clase 3?
-No me hacía ni corriendo en Clase 2, imaginate si pensaba en ganar dos títulos seguidos (risas). Obviamente es algo que soñé de chico, pero correr en el automovilismo argentino lo veía bastante lejos. Aunque, con el esfuerzo y el sacrificio de toda mi familia, se pudo correr en Clase 2 con una buena adaptación a los autos. Aparte, cuando uno empieza a crecer y llegan los resultados, se empieza a ilusionar con un título, pero nunca me esperé ser campeón de la Clase 2 y menos de la Clase 3 en mi primer año.
-Actualmente no hay muchos ídolos como en épocas anteriores. Por tu carisma y los buenos resultados, ¿vas camino a serlo?
-Los ídolos se caracterizan más que nada por no ser carismáticos, sino por ser rápidos. (Juan María) Traverso no era nada carismático, porque era un tipo que puteaba, que tenía un carácter muy fuerte; si no tenía ganas de saludar a la gente no la saludaba y era ídolo igual ya que triunfaba en miles de carreras.
Yo creo que los ídolos nacen por buenos resultados. De todas formas, el carisma ayuda muchísimo porque a la gente le gusta que te acerqués, que devuelvas el cariño que ellos tienen con vos. Eso es lindo.
-¿Está descartada la chance de correr a nivel internacional?
-Pechito (López) tiene 31 años y está corriendo afuera, en una gran categoría como el WTCC, por eso no descarto correr afuera en absoluto. Me encantaría ir al exterior corriendo con autos de turismo porque ya tengo experiencia. En monoplazas corrí sólo dos fechas de Fórmula Plus cuando dejé el karting, por eso no iría a una fórmula.
-Arrancaste el año con todo defendiendo el número 1 con un triunfo, se perdieron puntos importantes pero recuperaste terreno con el tercer lugar en La Pampa. ¿Podés retener el título?
-Nunca bajo los brazos ni me di por vencido, diciendo que se escapa el título. Estuve firme y con todas las energías puestas, por eso me fue bien en La Pampa. Creo que en otras carreras también tuve buenos parciales pero no ayudó la suerte. No nos damos por vencidos y vamos a tratar de retener el “1” como sea.
-Días atrás disputaste una carrera de invitados en la Clase 2 del Zonal Cuyano junto a Martín Antolín. Eso sirvió para adaptarte al circuito. ¿Qué te parece el trazado y dónde está la clave para lograr un buen resultado?
-En esa carrera tuvimos toques de carrera con (Ignacio) Salvucci y (Hanna) Abdallah (se ríe). En todos lados hay claves. En el trazado de San Martín debemos funcionar bien porque, luego de cada curva, desembocamos en largas rectas que favorecen al Peugeot 308. La chicana antes del peralte, el primer curvón y la tercera curva, son exigentes.
-Lo complicado es que llegás a Mendoza con 40 kilos de lastre.
-Eso no es óptimo. Es preferible ir sin kilos, pero estoy seguro de que el Peugeot seguirá siendo competitivo. Confío en mi grupo de trabajo para seguir siendo candidatos.
-La estadística indica que justamente un Peugeot fue el último ganador en 2010, con Fabián Yannantuoni manejando un 307.
-Eso es un buen indicio. Nos dice que a Peugeot le cae bien la pista, así que estaría bueno repetirlo.
-Fuiste elegido el mejor compañero de la Clase 3 por los propios pilotos y ganaste el derecho a estar en Roma para visitar al Papa Francisco con Lucas Mohamed. ¿Ya imaginás ese viaje?
-Todavía no sé cómo será. Esta semana me llegó el cronograma del viaje y lo único que sé es que se sumarán otros cuatro pilotos. Sin lugar a dudas que será un lindo viaje porque la sensación de estar con el Papa es única, por eso aún no me lo imagino. Solamente quiero disfrutar esos cinco días al máximo para recordarlo el resto de mi vida.
-Uno de tus amigos en el automovilismo es Julián Santero. ¿Desde cuándo nació la relación?
-Desde que éramos chiquitos, en la linda época del karting. Corríamos juntos, como a los 5 años y en los mismos campeonatos. Fue durante toda nuestra infancia. ¡Cómo no nos vamos a llevar bien ahora!
-Encima los une una marca.
-Así es. Nos une la misma marca porque él está en Súper TC 2000 con el Peugeot Team y yo en TN y Súper TC 2000. Es lindo que los amigos y los rivales de la infancia te los vuelvas a encontrar en cada pista.
-Si no elegías el automovilismo, ¿a qué te hubieras dedicado?
-(Se ríe). Sinceramente, no sé. La verdad, ni idea. Es una pregunta difícil. Al deporte seguro me dedicaba, siempre y cuando hubiera sido bueno. Pero, a esta altura, no encuentro ninguno al que sea bueno.
-Pero debés practicar alguno para estar bien físicamente antes de afrontar las competencias.
-Seguro. Ando en bicicleta, pero te digo que no soy un gran ciclista.
-Y el escudo de Talleres, tu club, sigue en el 308 más allá de que hayan bajado de categoría.
-Obvio que duele el descenso pero sigo firme con la “T”, no como otros que se borran en malos momentos. Yo estoy en las buenas y en las malas con mi querido Talleres.
Santibáñez es la esperanza local
Para Gustavo Santibáñez no es un día más. Después de muchas alegrías en San Martín como piloto del Zonal Cuyano, el hombre dueño de casa buscará cumplir un buen desempeño ante la gente que lo vio crecer dentro del automovilismo. A bordo de un Renault Clio del Giacone Competición, con el número 80 en los laterales, el Pelado afrontará su quinta cita en el historial de Clase 2.
Santibáñez sale a pista con el deseo de “terminar la final como sea”, pero sabiendo que -como pocos- es conocedor del trazado y eso “puede servir” a la hora de sumar un buen resultado en Mendoza. Habrá que seguirlo.
