Ante la pandemia del Covid-19 y la necesidad y escasez de materiales para médicos y personal de salud en los hospitales y centros de salud, el ingeniero Guillermo Bergé, docente de la Universidad Nacional del Sur (UNS) comenzó a fabricar, junto a su mujer y un grupo de voluntarios, delantales de silobolsas usados, utilizando donaciones de los productores agropecuarios.
Ante esta situación la empresa argentina Ipesa, pioneros en el desarrollo y líder mundial en la fabricación y exportación del producto, decidió donar silobolsas nuevos y ponerlos a disposición no solo del proyecto de Bahía Blanca, sino de cualquier iniciativa similar que surja en otra región.
En el caso de Bahía Blanca, la demanda fue creciendo y ahora se están incorporando nuevos grupos de voluntarios, que, mediante el uso de un instructivo, cortan y confeccionan los delantales que se utilizan en hospitales de otras zonas.
La fabricación es sencilla, no requiere ningún tipo de maquinaria y puede aprenderse mediante la visualización del instructivo del ingeniero Bergé.
El silobolsa es un desarrollo argentino que revolucionó la forma de guardado de cereales y oleaginosas en el mundo; dado que permite almacenar sin infraestructura y optimizar la logística a un costo muy razonable. Por las características del material y su resistencia a condiciones adversas, el plástico termina siendo una barrera protectora de alta eficiencia para evitar la propagación del virus.
“Desde Ipesa hemos decidido acompañar donando packs de silosbolsa no solo a los proyectos actuales como los de Bahía Blanca, sino a los proyectos que surjan en el país”, indicó Mariano Klas, director de Ipesa.