Es una de las voces femeninas del rock nacional por excelencia. Pero a lo largo del tiempo, Fabiana Cantilo sabe tomarse sus licencias y lo hace muy bien.
Lejos del rock enchufado que la caracteriza, la cantante y compositora volvió a Mendoza con un concierto íntimo.
A dos guitarras, con bombo y pandereta, Cantilo se presentó en formato acústico junto a la cantante cordobesa Mariana Pellegrino. Fue el viernes pasado en el teatro Selectro.
Fiel a su estilo alocado y sin filtro, irrumpió en el escenario pasadas las diez de la noche.
Sin rodeos se acomodó en el escenario y comenzó a cantar “Eiti Leda”, un clásico de Serú Giran.
Con short de jean y un corsé ceñido al cuerpo, que fue blanco de varios de sus chistes, el diálogo permanente con la platea antes de cada canción se dio durante todo el show.
“Estoy hablando mucho, siempre lo hago. Largo un chiste antes de cada canción. Estoy entregada, esto es así”, bromeó ante las más de trescientas personas que estaban en la sala.
“Zona de promesa” de Cerati, “Fue amor” y “De una vez” fueron las primeras canciones que interpretó con la compañía de Pellegrino, quien exhibió su talento como guitarrista e intérprete.
Como bien adelantó Cantilo, en su presente hay espacio para todo. Y en esta ocasión no relegó su gusto por el folclore. Con guitarra y bombo en mano interpretó “Barro tal vez” de Spinetta, “Tonada del viejo amor”, la cueca “Juana Azurduy”, “Gracias a la vida” y coqueteo con el tango al cantar “Cambalache”.
Pero también hubo lugar para temas de sus últimos discos y los nuevos, siempre mediando con alguna anécdota desopilante, que el público recibió con carcajadas. “Este tema es mío, no de Charly o Fito. Lo tengo que aclarar siempre”. Y dio paso a “Una tregua”, “Meteoritos” y “No entregues tu corazón”.
Para el cierre eligió “La vela” y sus hits “Nada es para siempre” y “Ya fue”. Después de una hora y media de show se despidió del público, que se quedó con ganas de más. Con una calibrada puesta de luces y buen sonido, Fabiana Cantilo volvió a Mendoza en un formato acústico, íntimo y con la verborragia que la caracteriza.
Mención aparte merece la limpieza y el cuidado del teatro. Antes de que comenzara el concierto, un roedor pasó por la moldura de una de las paredes ante la mirada atónita del público.
Por fortuna no hubo ningún grito o huida despavorida por la incómoda situación. Pero el animal no se dio por vencido y volvió a la sala durante el show, aunque pocos lo percibieron.
Es clara la falta de mantenimiento de una de las salas con mayor programación de la provincia, que recibe a artistas mendocinos y foráneos. Un punto a mejorar por respeto al público que elige ir al teatro.
Ficha
Fabiana Cantilo
Día: viernes 5 de octubre.
Lugar: Teatro Selectro.
Público: 350.
Calificación: Muy bueno.