Fabián Vena: “Me fascinó ponerme tacos y tener actitud de mujer”

El actor encarna a un hombre heterosexual que ejerce su fantasía de vestirse como mujer en "Casa Valentina", la nueva puesta de José María Muscari que abrirá la temporada teatral del verano porteño.

Fabián Vena: “Me fascinó ponerme tacos y tener actitud de mujer”

Para hablar de “Casa Valentina”, la obra que pondrá en escena en Buenos Aires el talentoso José María Muscari desde el 2 de enero, es necesario abordar primero el concepto de “crossdresser”: se trata, a grandes rasgos, de una disciplina que radica en disfrazarse o travestirse del género opuesto (generalmente son hombres que se visten de mujer) sin que esto implique homosexualidad.

Es decir que no son travestis y su objeto sexual siguen siendo las mujeres, con las que les gusta mantener relaciones sexuales pero vestidos ellos también de mujer.

“Casa Valentina”, la puesta en la que Fabián Vena comparte protagonismo junto a Gustavo Garzón, Diego Ramos, Nicolás Scarpino, Boy Olmi, Roly Serrano, Pepe Novoa y María Leal, está ambientada en 1962 en un hospedaje de fin de semana para “crossdressers”, que buscan reunirse lejos de su familia y de su vida cotidiana para poder sacar con libertad a la mujer que llevan adentro.

Allí Fabián Vena es Georgina, una activista por los derechos de los “crossdressers” que llega a la casa con la propuesta de formar una primera organización local: “Es una suerte de heroína de este movimiento que va por el mundo dando conferencias y explicando lo que son”, indicó el actor sobre esta pieza escrita por Harvey Fierstein -el autor de “La jaula de las locas”- basada en hechos reales y que es  éxito en Broadway y Londres.

“Me sedujo -remarcó- que la obra aborda un tema que trae polémica, preguntas, perturbación, pero también es una posibilidad, una excusa para hablar de muchas otras cosas. Porque no se trata sólo de la sexualidad sino de la necesidad individual de expresarse, de sentirse completos”, remarcó sobre la pieza versionada por Fernando Masllorens y Federico González Del Pino.

Y agregó: “Me encontré con un material muy serio, porque aparece algo no sólo del orden físico de sentir la ropa de mujer sino de completarse siéndolo, porque si bien no deja de ser un fetichismo que está relacionado con el aspecto, lo que se descubre es que no hay una única manera de vivir”.

Componente homofóbico

Lo interesante de la pieza, y que invita a profundizar en estructuras culturales fuertemente contradictorias, es que dentro de este grupo de “crossdressers” que brega por la legitimidad de sus derechos, existe un fuerte componente homofóbico.

“No deja de ser curioso y perturbador ver a un hombre vestido de mujer diciendo que odia a los gays. Pero luego comprendí que su misión de ser reconocido es tan fuerte que es capaz de pisar cualquier cabeza”, reflexionó el actor de “23 pares”, “Los Únicos” y “La dueña”, entre otras tiras televisivas, además de reconocer que en la propia época en la que se ambienta la obra no se hacían diferencias y era lo mismo un travesti que un crossdresser o un homosexual.

“Mi personaje es muy rico -añadió- con ideas muy claras, es fuerte, frontal, luchador, intransigente y soberbio. Pero además es una referente no sólo de ‘crossdresser’ sino de mujer y de estilo”.

“No hay una explicación para lo que hacemos porque no hay un motivo. Simplemente lo hacemos”, dirá Georgina en un pasaje de la pieza y es ésa la gran batalla cultural que intenta librar frente al intento colectivo por encasillar conductas y perseguir explicaciones.

“Lo que más me movilizó fue el coraje de esta persona, con una familia formada, que en el fondo tiene el deseo puesto en otra cosa y que deliberadamente se atreve a salir a vivirlo”, remarcó Vena.

“Me produce mucha conmoción -se sinceró- mucho respeto ver el coraje que tienen e íntimamente me hizo pensar en cuántos deseos propios uno guarda en un cajón, a veces, toda la vida”.

Consultado acerca de la experiencia de transitar la pieza vestido íntegramente de mujer, Vena declaró: “Me resulta fascinante. Meterme en un personaje tan extremo, vivir una persona que no tiene género ni sexualidad, ponerme tacos y caminar de manera distinta, tener actitud de mujer, me lleva a pensar como mujer. No sólo el exterior me convoca a eso sino la manera de comunicarme”.

Y terminó diciendo que los personajes que más le gustan son aquellos que "me significan una transformación absoluta".
"Casa Valentina" desembarcará en el Teatro Picadilly de la porteña calle Corrientes el próximo 2 de enero con funciones de miércoles a domingo.

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