Fabián Concia: “Ser un buen juez es mucho más que hacer un curso de arbitraje”

Está considerado uno de los dos mejores árbitros del país. En China, dirigirá por sexta vez las finales del Gran Prix.

Fabián  Concia: “Ser un buen juez es mucho más que hacer un curso de arbitraje”

Aquella final entre Argentina y Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en 1995, donde la Selección ganó la medalla de oro al vencer a Canadá (3/2), marcaron en Fabián Concia (fue juez de línea en ese partido), definitivamente su vocación cómo árbitro de voleibol.

Hoy, Fabián Concia es uno de los dos mejores jueces que tiene el país y que dirigen en el nivel A; internacional.

En China, comenzó la serie final del Gran Prix femenino de la Federación Internacional de Voleibol (Fivb), donde el mendocino estará como árbitro por sexta vez consecutiva, tras una carrera de lleva 30 años detrás del silbato.

A partir de la figura de Concia y su personalidad sobre la pedana para impartir justicia en el campo de juego (es instructor nacional), el referato en el plano provincial ha crecido y está muy considerado a nivel nacional.

-Estás nuevamente convocado a una final GP Fivb.

Sí, por sexta vez consecutiva de un Gran Prix (femenino). Este arranqué con el segundo weekend de la Liga Mundial (varones) en Bulgaria y también dirigí los weekend en Holanda y en Brasil.  Y me queda una designación aún, que es el Mundial U19 femenino en Rosario, Santa Fe a mediados de agosto.

- ¿Cómo fue que llegaste al arbitraje?

Empecé en 1986 en la Federación Mendocina, después en el 90’ hice el curso de árbitro nacional y en 2000, el Internacional, en Venezuela.

- Pero jugabas al voley.

-Sí, con un grupo de amigos  jugábamos al voley en un centro deportivo de Godoy Cruz, no era muy coordinado a la hora del ataque, por más que tenía un poco de altura (ríe). Un día el profe, Fernando Ferrer, aún lo recuerdo, llegó con un recorte de diario y me dijo: “Mirá Fabián dan un curso para árbitros en la Federación, es muy interesante... como diciendo por ahí no es el juego lo tuyo (vuelve a reírse).

-Te dijo que tu lugar en la cancha era otro.

-Más o menos. Pasaron algunos años y me encontré con Fernando, cuando le conté mis periplos alrededor del mundo con el voley, él se llenó de orgullo. A él, le debo el impulso, a mi familia el aguante  y  la pasión a mis grandes instructores: Enrique Castillo, José Mikalef y Obdulio Piantino.

- ¿Hay algún partido que marcó tu vocación por el referato?

- Sí, en el ‘95 fui juez de línea en el partido en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, donde Argentina ganó la medalla de oro. Ese juez de línea, que pasó desapercibido era yo. Ese partido fue emocionante y me hizo volcarme más a esto.  Y como árbitro, mi participación en la Copa del Mundo en 2015 en Japón.

- Cuándo dirigiste tu primer partido internacional designado por la Fivb.

-Después de varios sudamericanos, desde la Fivb me designaron para el Mundial de Marruecos en 2007. Desde ese momento he tenido participación internacional.

-¿Pensaste que ibas a estar en este nivel?

- No sé, le dedicamos mucho tiempo. Ser un buen juez es mucho más que hacer un curso de arbitraje. Se subestima mucho esto. Acá (FMV) hacés el curso de árbitro y tenés que seguir una línea, trabajando y perfeccionándote. Acá llegás con mucho esfuerzo.

- Sos un formador de árbitros, a esta altura ¿ Cuál es tu sueño?

- Si bien no tengo una carrera como docente, me apasiona el arbitraje, y en la medida que he ido creciendo y avanzado,  mi sueño y es convertirme en instructor internacional.

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