Comienzo. No tengo antecedentes artísticos claros en mi familia. Dedicarme al teatro fue una reacción de hermano del medio, de rebeldía con la situación familiar... voy a hacer algo que no le guste a nadie. Mis viejos nunca me dijeron no lo hagas, pero no lo compartían. Ni siquiera era por lo artístico, era otra cosa que no fuera el teatro. Me apoyaron un poco recelosos al comienzo hasta que se convencieron.
En el comienzo la música y el teatro iban a la par, entré a la facultad de Teatro y empecé con una banda donde tocaba el bajo. En un momento tuve que elegir, porque siempre quedaba mal con alguien. Tenía función y no podía ir al toque, o al revés. Me competía la actividad y elegí el teatro, por me sentía más incentivado para estudiarlo.
Desarrollo. Estuve enojado con el teatro, pero nunca me replanteé hacer otra cosa. Desde el momento que elegí hacer teatro, sabía que no iba acceder a un nivel de vida, como otras personas que tienen otras profesiones. Pero he sido muy consciente de eso, no me arrepiento.
Ya sabía que ese mundo no era para mí.
Creo que la investigación en el teatro es lo más interesante. Es lo que me lleva a seguir haciendo teatro, a pesar que hoy estoy muy enojado con los tiempos y con los ritmos con los que se hace teatro. Pero cada proceso para mí, es una búsqueda. Me enriquezco muchísimo personalmente y artísticamente.
Siempre trato de hablar de algo que me provoque a mí, que me haga crecer en lo personal y siempre busco arrancar de cero. Con cada obra me siento principiante, primerizo. Voy entendiendo que hay un back up y eso me hace más seguro para transmitirlo al elenco.
La Rueda de Los Deseos. Es la mayor parte de mi camino y donde me sentí más a gusto. Ahora me resulta difícil la idea de pensar en una sala como en ese momento, algunas de las aristas de ese proyecto me resultan lejanas. Fue muy linda esa experiencia, hubo mucho compromiso de todos; gente muy valiosa que tenía ganas de estar y hacer. De romper estructuras en los artístico. Fue un momento muy hermoso.
Hubo un viaje significativo con La Rueda de los deseos. Hicimos una gira apenas comenzamos en el 2003. Fuimos a Bolivia, con la idea de ir a Perú y bajar por Chile. Empezamos en Humahuaca y seguimos, llevamos dos obras, entre ellas "Prometeos", donde la escenografía eran libros. Y era verdaderamente muy pesado el equipaje.
En el viaje tuvimos varias situaciones y nos quedamos sin plata. Llegamos al Cusco y bajamos. Ahí llegamos a Arica en el norte de Chile sin plata y teníamos que volver. En ese momento estaba muy complicado hacer teatro en las plazas y la calle. En un momento tuvimos una entrevista en un hotel. Fuimos dos, con una pinta desastrosa. Y nos contrataron a cambio de alojamiento y comida.
El departamento daba al mar y comíamos como los turistas. No teníamos plata, pero vivimos como reyes. Hacíamos los espectáculos en el hotel y convocábamos a la gente de afuera, que estaba en la playa. Estábamos en un lugar que yo no lo podría pagar. Sin embargo pudimos disfrutar de eso.
Presente. Con "EDRA El Desesperado Reino del Amor" fue un proceso de mucha investigación, mucha curiosidad. La manera de abordar el amor nos intrigó a todos. A todos nos atraviesa y nos incentivó en hacernos preguntas interesantes y no caer en lo de siempre.
Cuando se habla de amor, se habla del enamoramiento. Lo complicado es sostener al amor y quería hablar de eso. Es un trabajo difícil porque fue independiente, no contamos con mucho dinero para la producción, fue todo muy a pulmón.
Si bien tiene algunos recursos que suelo utilizar, es diferente y me hace sentir que todavía estoy buscando cosas y encontrando algo nuevo.
La ficha
EDRA el desesperado reino del amor
Dirección: Fabián Castellani.
Actúan: Ana Macías, Luli Battistini y María Vilchez.
Función: hoy, a las 21. Repite domingo 30 de octubre.
Lugar: Teatro Cajamarca (España 1767).
