El finlandés Kimmi Raikkonen (Ferrari) fue sancionado con 30 segundos de penalización por haber provocado un accidente con su compatriota Valtteri Bottas (Williams) en la última vuelta del Gran Premio de Rusia, una decisión que convierte a Mercedes en campeón del Mundo de constructores.
Con la sanción a Raikkonen, que finalizó quinto en Sochi y que finalmente es octavo, Ferrari deja de sumar 6 puntos que le impiden poder alcanzar a Mercedes en la clasificación de fabricantes, que de esta manera suma su segundo título consecutivo.
La escudería alemana aventaja en 172 puntos a la italiana, los mismos que podría conseguir como máximo Ferrari en el caso de sumar cuatro dobletes en las carreras que quedan para el final del campeonato (Estados Unidos, México, Brasil y Abú Dabi) y de que Mercedes ya no puntuase.
En un muy improbable empate a puntos, Mercedes se llevaría el título por mayor número de victorias en la temporada (12 por las 3 de Ferrari, que como mucho podría totalizar 7).
Los comisarios también sancionaron con cinco segundos al español Fernando Alonso, que había acabado 10º y sumado un punto en el 250º Gran Premio de la temporada.