Por dis. int. Noelia Serna
El estilo de decoración escandinavo o nórdico se ha convertido en uno de los estilos más populares en todo el mundo.
Apareció en los años 50 y no es de extrañar que atraiga a quienes buscan una estética simple, minimalista, accesible y, aunque en él no abundan los colores brillantes ni acentos llamativos, estos detalles pueden sentar de buena manera en espacios que posean este estilo.
Posee una estética simple, minimalista, accesible y, aunque en él no abundan los colores brillantes ni acentos llamativos, estos detalles pueden sentar de buena manera en espacios que posean este estilo.
Probablemente tiene que ver con que el minimalismo no sale de moda y podríamos decir que lo nórdico tiene una calidez y simpleza que lo destaca con paletas neutras que pueden ser fácilmente reutilizadas.
Este estilo le sienta bien tanto a casas con arquitectura tradicional como moderna, le agrega un toque elegante o lujoso a una habitación permitiendo que su arquitectura se destaque. Día tras día, el estilo nórdico – escandinavo- se hace más popular y este hecho no nos sorprende ya que su impronta está definida por una serie de cualidades como: la luz, los colores neutros, la sencillez y su capacidad de transmitir una extraordinaria y cálida naturalidad.
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