Hay gritos, pero no son de gol. Hay puños apretados, pero no son festejos. Hay brazos abiertos, pero no son para abrazar a nadie. En River pasan los partidos y la preocupación aumenta.
La falta de efectividad del equipo de Ramón Díaz es la asignatura pendiente de un plantel que tiene aspiraciones y exigencias elevadas. Es que el Millo apenas convirtió dos goles en las primeras 5 fechas del Torneo Inicial y es el inicio menos efectivo del club de Núñez en su historia.
Así superó la que hasta el domingo era la producción más baja en esta arista: en la campaña 89/90, con Reinaldo Merlo como DT, anotó apenas 3 en 5. River, por decisión propia en la mayoría de los casos, se quedó sin Carlos Luna, Rogelio Funes Mori, Juan Manuel Iturbe y David Trezeguet, casi todos los atacantes de la temporada pasada, y sólo logró repatriar al uruguayo Rodrigo Mora, que se fue y volvió.
Encima Ramón no pudo contar con él ni con Teo Gutiérrez, el refuerzo estrella, hasta la cuarta fecha, y a esas ausencias se les atribuía la falta de fuego en el área contraria. Pero ya con dos partidos en el lomo (derrotas con Colón y San Lorenzo) y apenas un gol (el descuento de Teo ante el Sabalero) la ineficacia parece ser un problema colectivo y no de nombres.
Tras el 0-0 ante Godoy Cruz, Díaz dijo: “Me hubiera cansado de hacer goles en este equipo”. Claro que la crítica no era para el joven Giovanni Simeone, el pibe que tuvo que aguantar la parada en las primeras fechas como “9”; ni para Federico Andrada, el autor del gol de la única victoria en el torneo, el 1-0 sobre Central; el reclamo de Ramón era para los dirigentes que dilataban la llegada de los delanteros que tanto pedía.
Con el plantel completo, River jugó tres partidos y convirtió dos goles. El de Teo a Colón y el de Jonatan Maidana por la ida de la Copa Sudamericana ante el Ciclón en el triunfo 1-0. Por eso, la escasez goleadora del Millo suena más a la falta de elaboración de jugadas, a las pocas situaciones que genera, a la falta de generación de sus creativos y a la impericia de los delanteros a la hora de definir.
Encima, ahora Teo y Jonathan Fabbro (los dos futbolistas más pedidos por el DT) se irán con sus selecciones por la doble fecha de Eliminatorias y River se quedará sin sus nuevas armas de ataque para la revancha con San Lorenzo y el duelo con Tigre por la sexta fecha.
Más allá de todo esto, del enojo de Ramón por los arbitrajes (ver abajo) o de la decisión del entrenador de cerrar su cuenta de Twitter, lo que más interesa en este momento es el análisis frío y lo que queda es lo que se vio en la cancha: un River con la pólvora empapada; y los números: 2 goles en 5 partidos. Muy pobre para un equipo que quiere ser campeón.