"No es que me expulsen, yo pedí que me expulsaran", cuenta del otro lado del teléfono Humberto Fraile (53), quien fuera líder del motín vendimial de Mendoza del año 2000. El hombre está en la Unidad Penal II de General Roca, Río Negro, donde vive sus últimas horas de encierro ya que en días será enviado a su Chile natal: ha cumplido con la mitad de su condena en Argentina.
A mediados del año pasado, Fraile, conocido como "El Chileno", solicitó ser expulsado de Argentina. La petición es posible a partir del decreto del presidente Mauricio Macri de enero de 2017 que modificó la Ley de Migraciones. El decreto impone, entre otras situaciones, que "los detenidos por delitos dolosos que lleven la mitad de la condena cumplida podrán ser expulsados de Argentina y ser trasladados a su país de origen".
La mitad de la condena
El 18 de este mes el juez de Ejecución Penal de Roca, Juan Pablo Chirinos, ordenó la deportación de Fraile mediante un escrito que fue enviado a Migraciones y que se tiene que llevar adelante en un lapso de "quince días hábiles", según consta en el expediente.
La solicitud la hizo la abogada Flavia Rojas. A mediados de este año se cumplió la mitad de la condena de Fraile, sobre quien pesaba una pena de 20 años de cárcel.
Con esta situación el preso explica el itinerario que le espera: "Me iré de Roca a Neuquén, luego a Santiago de Chile y de allí a Valparaíso a firmar un papeleo ya que cuento con dos causas de 1985 que ya están prescriptas".
"La nueva ley le permite la expulsión basada en la figura jurídica del extrañamiento. Se puede hacer por pedido del propio interno o lo puede hacer la Dirección de Migraciones de oficio", indicó el magistrado de Río Negro. En el proceso de expulsión también intervino el Consulado de Chile.
De acuerdo con lo que contó el juez Chirinos, Fraile tiene una condena unificada en 20 años de prisión. “El 13 de julio pasado el interno llegó a la mitad de su pena y estaba en condiciones de solicitar la expulsión”, explicó el magistrado.
Fraile lleva 34 años en Argentina; salvo tres de ellos, los demás los dedicó al robo. En 1985 dejó su Valparaíso natal. En marzo de 2000 protagonizó el motín más importante de la provincia: junto a otros 11 presos tomó la cárcel de Boulogne Sur Mer durante tres días. En 2007 fue absuelto en el juicio.
Como casi todos los presos que acceden a la libertad, "El Chileno" asegura que dejará de lado el delito. "En Villa Alemana (Quinta Región de Chile, donde se afincará), me voy a dedicar a traer bandas argentinas (sic) de la movida tropical", informa. El hombre tendrá además un encuentro emotivo: "Después de casi 30 años volveré a ver a mi madre, que tiene 78 años y está enferma".
El decreto de Macri
El Poder Ejecutivo publicó el 30 de enero de 2017 el decreto 70/2017 que modifica la Ley de Migraciones e impone controles estrictos para evitar que delincuentes extranjeros operen en el país y permanezcan en el territorio nacional pese a tener antecedentes.
La norma señala que el Estado tiene “la prerrogativa de decidir los criterios de admisión y expulsión de los no nacionales”. En ese sentido, afirma que esa potestad se veía dificultada “por la duración de los procesos judiciales”, que podían llegar a siete años de tramitación para expulsar a alguien del país.
Con la modificación de la Ley de Migraciones, el Gobierno actual -que le adosa a los delincuentes extranjeros buena parte de la inseguridad- ha sido el que más ha llevado a cabo expulsiones.
En ese sentido, Fraile indica desde sus últimas horas de encierro que "la implicación de extranjeros en el delito en Argentina es muy baja, algo del 5%, según he leído (N del A: según el Servicio Penitenciario Federal es del 6%). Pero está bien, la gente se digiere el discurso xenófobo muy fácilmente y sin pensar demasiado. Somos varios los extranjeros que estamos felices de ser expulsados".
Lo que dice la ley
El artículo 64 de la Ley 25.871 dispone que para la ejecución de los actos administrativos de expulsión firmes y consentidos dictados respecto de extranjeros corresponde: a) que la autoridad competente haya dictado una disposición de expulsión respecto de un extranjero cuya situación de residencia sea irregular; b) que esa disposición haya sido consentida; c) que la orden de expulsión se hubiese dictado respecto de un extranjero que estuviese cumpliendo una pena privativa de libertad; d) que la ejecución de la pena hubiese alcanzado el estadio necesario para poder aspirar a la concesión de salidas transitorias.
En Mendoza el 3% de los presos son extranjeros
Actualmente, en Mendoza hay 4.820 personas privadas de su libertad en los distintos centros de detención. "De ellas, 160 son extranjeros. Es decir el 3% de la población penal; muy pocos", según indica Eduardo Orellana director del Servicio Penitenciario de la provincia.
"Nosotros -dice Orellana-hemos realizado varias expulsiones en los últimos años, más que nada a Bolivia, Perú y Chile, solo que se trata de casos muy aislados y de detenidos que no son conocidos, por eso no llaman la atención de la prensa".