La proyección del Gobierno de un dólar a $ 17,92 para los últimos meses del 2017 no cubrió las expectativas de los exportadores locales, quienes consideran que para recuperar la competitividad perdida habrá que ir mucho más allá de la devaluación estimada.
Cabe recordar, que en la presentación del proyecto de Presupuesto 2017 el Estado Nacional estimó la evolución de diferentes variables, entre las que se destacaron el tipo de cambio (valor del dólar), la inflación y el crecimiento del sector exportador.
La proyección del Gobierno para el dólar es que costará $ 17,92 a fines de 2017, promediará los $ 21,21 en 2018 y llegará a $ 23,53 en 2019.
En cuanto a la inflación, el Estado se ha propuesto como meta que el Índice de Precios al Consumidor solo crezca entre 12% y 17% para 2017, oscile entre 8% y 12% en 2018 y se reduzca a la franja del 3,5% al 6,5% en 2019.
Respecto a las exportaciones, el Gobierno Nacional estima un crecimiento real en valor del 7,7% para 2017. También considera que los exportadores crecerán 6% en 2018 y 5,2% en 2019.
Inconformidad general
Representantes de diferentes cámaras empresariales de Mendoza analizaron las proyecciones del Gobierno Nacional para 2017 y para los próximos años.
Algunos fueron más optimistas y otros más negativos, pero en líneas generales todos coincidieron en que un dólar a $ 18 no será suficiente para solucionar los problemas de competitividad, y por tanto no se traducirá en crecimiento de las exportaciones.
Falta de medidas para reducción de costos logísticos, disminución de la presión tributaria y hasta un dólar a un valor superior a $ 18 fueron los reclamos conjuntos de las diferentes voces.
Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, consideró que “el escenario propuesto por el Gobierno sería muy favorable para todo el sector exportador mendocino”, pero advirtió que “será muy difícil que se consiga la meta del IPC para el primer año” (del 12% al 17%).
“Para que mejore la competitividad del sector exportador será fundamental que se implementen otras medidas complementarias que se reclaman desde hace años, como la reducción de la presión impositiva y la agilización de los tiempos de devolución del IVA”, apuntó.
Tampoco Raúl Aruani, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff), mantiene una mirada positiva en relación al próximo año.
“Será muy difícil pensar en un dólar a $ 18 para 2017, teniendo en cuenta que tras la liberación del cepo no ha podido despegarse de los $ 15, pese a los esfuerzos del Gobierno por subir su valor”, comentó.
“Si finalmente el Estado logra llevar el dólar a ese valor, será muy difícil también evitar que esa suba del tipo de cambio no se traslade a precios, como ocurrió en los últimos años. En nuestro caso particular, la mayoría de nuestros insumos cotizan en dólares y el traslado es siempre inmediato. Es el caso de los agroquímicos, fertilizantes, papel y cartón, entre otros”, continuó Aruani.
“Creo que si se ajustan bien algunas variables, como la presión tributaria y la emisión monetaria, podremos ver alguna mejora de competitividad recién dentro de 3 o 4 años”, opinó el gerente de Aspeff. Uno de los más críticos fue Guillermo San Martín, gerente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocam). Para el empresario, “un dólar a $ 18 en los últimos meses de 2017 sería catastrófico para los exportadores de todas las economías regionales”.
El representante de Asocam explicó que los exportadores sufrieron aumentos de costos de entre el 30% y el 40% tras la devaluación de diciembre, “lo que provocó una situación de falta de competitividad similar a la que existía antes de la liberación del cepo”.
Como consecuencia, San Martín aseguró que el valor de $ 18 a fines del 2017 será insuficiente para que se recupere competitividad. “Para que realmente sea efectivo el dólar debería costar $ 18 en los primeros meses del año próximo y además, se debería bajar la inflación a 17%”, señaló.
Sin embargo, el empresario fue duro con el Gobierno Nacional y aseguró que “se están tomando medidas pensando en los grandes exportadores nacionales y no en las economías regionales”, motivo por el cual opinó que “los exportadores locales no recuperarán competitividad en 2017”.
Julio Totero, miembro de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la provincia de Mendoza (Asinmet), tampoco se mostró del todo conforme con la propuesta del Gobierno Nacional.
“Para que realmente podamos recuperar competitividad, deben coexistir cuatro situaciones en la economía argentina. Debe mejorar el tipo de cambio, debe bajar la inflación, los bancos tienen que reducir las tasas de interés y el Gobierno debe implementar una política tributaria justa”, reclamó Totero.
Siendo más específico, el presidente de Asinmet se mostró a favor del dólar a $ 18 para fines del 2017, pero advirtió que “una inflación de 17% seguiría siendo alta”.
Vitivinicultura en alerta
Los representantes del sector vitivinícola se mostraron optimistas pero sin dejar de lado las preocupaciones y dificultades que amenazan el desempeño económico del sector.
Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina, analizó la propuesta del Gobierno y aseguró que la efectividad del plan para mejorar las condiciones de los exportadores depende exclusivamente de lo que ocurra con la inflación.
“Un dólar a $ 18 en 2017 permitiría mejorar la competitividad en primera instancia, pero rápidamente quedará retrasado si el Gobierno no logra evitar el traslado de la suba del dólar a los precios de la economía”, opinó.
“Con una inflación del 17% sí podemos hablar de una mejora notable para los exportadores, pero para eso será necesario que se complemente la mejora del tipo de cambio con otras medidas que favorezcan la productividad, como la reducción de la presión tributaria”, señaló Bressia.
Marcelo Bocardo, presidente de la Cámara Argentina de Exportadores de Mosto, compartió una postura similar. “El dólar a $ 18 para fines del año próximo permitiría recuperar mucha competitividad a nuestro sector, pero solo si el Gobierno Nacional consigue dominar la inflación y llevarla a por debajo del 17% anual”, declaró.
“Para que eso sea posible el Estado deberá lograr un pacto social con los gremios y el sector empresario. Solo así se podrá controlar las subas de precios y las especulaciones”, comentó.
Bocardo se mostró optimista respecto a las posibilidades del Gobierno Nacional para cumplir los objetivos propuestos, pero advirtió que si Macri y su equipo económico no tienen éxito, las empresas mosteras verán comprometida su existencia.
“Nosotros no podemos trasladar los aumentos al producto, porque quedamos instantáneamente fuera del mercado”, concluyó.
El otro escenario del Gobierno
El economista Raúl Mercau también analizó los indicadores económicos difundidos por el Gobierno Nacional. Para el experto, algunas variables presentadas en el Presupuesto “son poco realizables” y la situación para los exportadores locales no es alentadora en el corto plazo.
“El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, que se realiza con consultoras nacionales e internacionales, indica que la inflación proyectada para el año que viene oscila en realidad entre un 20% y un 24% anual”, comentó Mercau.
“Es un índice mucho más lógico y probable que el 17% presentado en el presupuesto. Claramente, con ese anuncio el Gobierno intentó bajar las expectativas inflacionarias y mejorar el ánimo de inversión de las empresas”, agregó el economista.
Teniendo en cuenta el índice inflacionario proyectado por el Banco Central, Raúl Mercau advirtió que las economías regionales podrían perder competitividad el próximo año, aun con un dólar a $ 18.
“Si la inflación es del 24% y el dólar se devalúa un 15%, las empresas exportadoras seguirán perdiendo competitividad en el mundo”, explicó.
“Para evitar esa situación el Gobierno Nacional debería lanzar medidas en respuesta a los reclamos que se vienen haciendo desde hace años, como la reducción del costo al flete para las economías regionales y la disminución de la presión tributaria”, continuó Mercau.
“Es cierto que son situaciones difíciles de resolver en un solo presupuesto, pero el Estado les debería prestar más atención. Por ahora los funcionarios nacionales están claramente enfocados en la promoción de inversiones para grandes empresas, pensando por supuesto que tendrán un gran impacto en la reactivación de la economía”, sostuvo el economista.
Un estudio del Centro de Información de la Federación Económica de Mendoza (Cifem) dejó a la vista la preocupación creciente de los empresarios locales por algunos de los principales problemas económicos.
El informe, realizado durante setiembre, consiste en una encuesta de expectativas para los próximos cuatro meses en el que se abordan temas importantes para el día a día de las compañías, como la inflación, el nivel de ventas y el tamaño de la planta de personal.
Uno de los resultados más llamativos se dio precisamente en la evolución que los empresarios esperan en sus precios. Ante esa consulta, el 56% de los empresarios respondió que espera que sus precios aumenten moderadamente, el 40% piensa que se mantendrán constantes y el 2% que aumentarán significativamente.
Esos resultados representan un empeoramiento respecto a las expectativas que los mismos empresarios manifestaron en agosto, cuando un 58% esperaba que sus precios se mantuvieran constantes y solo un 37% que aumentaran moderadamente.
También el análisis sobre los costos dejó conclusiones preocupantes. El 68% de los empresarios considera que sus costos internos aumentarán moderadamente y el 11% opina que subirán significativamente. El mes pasado, los porcentajes habían sido de 53% y 0% respectivamente.
Siguiendo con la línea pesimista, las expectativas respecto a las ventas de los próximos cuatro meses no fueron nada alentadoras. El 41% de los encuestados espera que se mantengan constantes (el mes pasado el 52% dio esa opinión), un 27% espera que crezcan moderadamente y el 21% que disminuyan moderadamente.
La mirada positiva
Los empresarios mendocinos mostraron una mirada positiva respecto a dos puntos: las expectativas de inversión y el tamaño de sus plantas de personal. En las expectativas de inversión el resultado fue aún más contundente. Los investigadores del Cifem elaboran mensualmente un índice que refleja del 0 al 100 por ciento las intenciones de invertir que tienen las empresas locales.
En setiembre el índice fue del 48%, lo que representa un crecimiento de 37 puntos porcentuales respecto a agosto (el índice de inversión fue de 11% en ese mes). Además, fue el mejor resultado en los últimos doce meses.
Respecto a la planta de empleados, el 70% espera que se mantenga constante, frente al 37% que tenía esa expectativa en agosto. También bajó de 32% a 14% la cantidad de empresas que espera que disminuya moderadamente. Lo negativo es que bajó de 26% a 16% (agosto contra setiembre) la cantidad de empresas que piensa contratar personal, pero en líneas generales los resultados sobre ese punto son alentadores.