En una nueva avanzada recaudatoria, la AFIP estrenó otra medida para ajustar el cerco sobre los exportadores con la imposición de una alícuota en concepto de pago a cuenta de Ganancias de entre 0,5% y 2% a las operaciones que implican triangulación (venta a destino y facturación a un tercero).
Así, la apuesta es lograr una recaudación anticipada de U$S 200 millones, y aunque en Mendoza advierten que la modalidad no es predominante, la medida generará más demoras en el reintegro de IVA y ya empezó a cosechar rechazos.
Si se trata de un país cooperante (en cuanto al cruce de información impositiva), la alícuota será de 0,5% del valor FOB; si es un país no cooperante, será de 2%. La AFIP publicó un listado de 108 países confiables y apunta al rol del intermediario internacional o "trader".
Según el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, el organismo detectó que 40% de ventas son trianguladas, con el foco puesto especialmente en las exportaciones de granos. El funcionario estimó que en el sector cerealero, en 2012 se triangularon $ 85.000 millones. Si aplicáramos 0,5% significaría para el fisco $ 425 millones sólo de ocho cerealeras". Precisó unos U$S 200 millones de ingreso total.
Los países con los que más se triangula son Uruguay, Suiza, Estados Unidos, Singapur, Alemania, Hong Kong (el único no cooperante para AFIP) y Países Bajos.
En el caso de Mendoza, el impacto, inicialmente, no sería muy grande. Según la estimación de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, el volumen de exportaciones que se hacen por triangulación no supera el 3% sobre poco más de U$S 1.100 millones en ventas al exterior.
"Las triangulaciones son normales y la figura del "trader" o intermediario es una figura legal comercialmente a nivel mundial. En tal sentido, por más que se apunte a granos, impacta en las exportaciones regionales también: y aunque tenga carácter de anticipo, resulta inoportuno cuando los costos suben todos los días y más si, ante una demora en el pago, tampoco se puede acceder a reintegros", analizó el gerente de la Cámara, Mario Bustos Carra.
Agregó que "no nos oponemos al control de la evasión sino a otra restricción cuando las exportaciones caen. Mientras el Estado trata de equilibrar cuentas a costillas del sector productivo, lo que se necesita es flexibilidad para estimular las ventas y no sumar otra desventaja".
Repercusiones
Para el flamante gerente de la Fundación ProMendoza, Daniel González, el impacto de la medida no se sentirá en la provincia porque apunta al corazón de los commodities. "Primero, no es fácil hacer entender al cliente en destino que va a recibir una factura de Uruguay cuando es vino o conservas argentinas. Segundo, porque requiere toda una estructura legal-institucional muy cara, seguramente justificada en un complejo exportador como la soja, que exporta 22.000 millones de dólares, pero fuera de alcance de una pyme".
Sin embargo, desde el núcleo de los exportadores de vino lo consideran una mala nueva. "Aunque el impacto debería ser mínimo porque la mayoría de las ventas son directas a destino, claramente es otra avanzada del fisco para recaudar en un contexto complicado para la exportación", analizó Juan José Canay, presidente de Bodegas de Argentina.
Aunque no se admite abiertamente, entre las firmas que emplean la modalidad de exportar a un tercero y facturar desde allí al destino final las hay productoras a granel y también de productos envasados. Según Martín Clement, de Clement Comercio Exterior, depende de la estrategia fiscal de cada empresa, pero es más común con productos estandarizados".
Los operadores de comercio exterior advierten cierta discrecionalidad por parte de la AFIP para caracterizar al país destino y, por lo tanto, determinar qué alícuota se aplicará. Para Clement, la declaración de "cooperador", a los fines de transparencia fiscal,queda a criterio de la AFIP y la lista será publicada y actualizada en la web, lo que exigirá casi permanente revisión por posibles cambios que puedan producirse.
