Los volúmenes de exportación de productos originados en Mendoza sufrieron una estrepitosa caída del 30% en el primer trimestre de este año. Así lo revela un informe de exportaciones elaborado por ProMendoza en base a datos de la Aduana Argentina (no oficial ni definitivo), que indica que se exportaron 262.979 toneladas en el período analizado de 2013 contra 377.979 toneladas el año anterior.
A nivel global, el descenso fue menor en dólares, representando una baja de 1,14% en U$S FOB: U$S 451,32 millones en el primer trimestre de 2013 vs U$S 456,53 millones del mismo período de 2012. Este relativo equilibrio en la facturación estuvo dado por incrementos en exportación de gas butano y propano, así como por una exportación puntual de partes de turbinas hidráulicas, únicos rubros con números positivos.
Los sectores que más sufrieron las pérdidas de volumen y dólares son el agropecuario y el industrial, que representan, en conjunto, el 73% de la participación total de exportaciones de la provincia.
En sólo un año se perdieron 110.000 toneladas y se facturaron 33 millones de dólares menos por manufacturas de origen agropecuario. En tanto que las manufacturas de origen industrial decrecieron 20% en volumen y 5% en dólares FOB.
"Pérdida de competitividad por inflación" es la razón que esgrimieron los representantes de diferentes sectores consultados por Los Andes sobre esta situación. "Los precios nos sacan del contexto internacional", subrayó un empresario olivícola que, por primera vez en 17 años, dejó de exportar a Estados Unidos.
"Tenemos que buscar mercados de nicho porque es imposible explicarle a tu cliente habitual que tu producto aumentó 2.000 dólares en un año", indicó por su parte un dirigente del sector de la metalmecánica.
Empresas que se van del país, crecimiento del trabajo informal y, particularmente, despidos, son citados como las consecuencias más graves del derrumbe del comercio exterior.
Lo que se pierde no se recupera
"Desde febrero de 2012 a esta parte perdimos todos los mercados importantes. Marruecos, España y Túnez nos sacaron de contexto porque los precios de Argentina no están acordes", explica Armando Manzur, dirigente de la Cámara Olivícola de Mendoza. El aceite de oliva es uno de los productos que más sufrió, con una caída del 50% en volumen y 41% en facturación.
Para un producto como el aceite de oliva -que necesita colocar el 65% en destinos externos- la situación es alarmante. "Lo que perdimos está dando vueltas en el mercado interno y los precios están jugando a la baja; eso es preocupante y los costos siguen subiendo", aseguró Manzur.
Así las cosas, algunas fábricas están saliendo del negocio y otras se están trasladando a Chile, según pudo averiguar Los Andes. Desde 2010 a esta parte se estima que se erradicaron unas 4.000 hectáreas de olivo en la provincia.
Productos agrícolas como la cereza o la ciruela seca también se encuentran en problemas (la ciruela desecada sin carozo perdió 40% en volumen). "Los espacios perdidos por los productos agrícolas de Mendoza los gana Chile, que además ya tiene los mercados ganados, (mientras) nosotros peleamos por hacernos un lugar allí. En lo que más conozco, que es la cereza, estamos dejando de ser atractivos en el exterior por cuestión de volumen", subrayó el productor y dirigente de FEM y CAME Alberto Carletti.
"En términos de volumen, las que tienen valor agregado y un componente de mano de obra todas cayeron, y eso se repite en todas las economías regionales del país por aumento de costos, producto de la inflación o retraso cambiario. Eso hay que ver en qué orden el gobierno lo quiere escuchar", destacó el empresario en consonancia con referentes de otros sectores.
Se contrata menos personal
Partes de generadores eléctricos y bombas centrífugas fueron las exportaciones medidas por ProMendoza. Los primeros sufrieron una pérdida de facturación del 49%; las segundas de un 22%.
"El sector tiene una caída desde 2010, esto se ve reflejado por la mano de obra contratada que es cada vez menor, se perdieron 600 puestos de trabajo", admite Julio Totero, de Asinmet, la asociación que agrupa a las industrias de la metalmecánica de Mendoza. "Todas las empresas bajaron el nivel de producción de sub-contrataciones. Por tanto, los más chicos son los que más padecen y mucha gente está quedándose sin trabajo".
Desde la Cámara estiman un 6% menos de negocios del sector en lo que va del último año, tanto en el mercado doméstico como externo. Por pérdida de competitividad, las exportaciones de maquinaria comenzaron a desplazarse de los destinos tradicionales.
"Hemos tenido casos de empresas locales que hacen exportaciones a Serbia, Rusia, Arabia Saudita, el año pasado premiamos a una empresa que hizo una exportación a China; se van buscando mercados de nicho porque las variables internas de nuestra economía no permiten mantener precio", explicó Totero.
Según datos de Adimra (la cámara que nuclea a las metalúrgicas en el país), la capacidad ocupada hoy es del 70% y ese nivel es aceptable para el sector. Sin embargo, si el decrecimiento anual siguiera a un ritmo del 7%, en 3 años más "el sector estaría en una crisis equivalente a la del 2000".
¿Qué habría que hacer para que esta situación no se profundice? "En primer lugar, las variables macroeconómicas deberían ser más previsibles. El gobierno debería centrar todos sus esfuerzos en el control inflacionario", ponen de relieve los empresarios.
En el sector de las manufacturas industriales el control de las importaciones terminó, en muchos casos, impactando de forma negativa porque hay insumos que no se producen y no se consiguen en el país, incrementando los costos o frenando la producción. "Esto necesita correcciones", destacó Totero.
Más allá de lo macroeconómico está la necesidad de reformas estructurales de los distintos sectores. Lo mencionó Carletti en el caso de los productos agropecuarios que, como la cereza, necesitan de una transformación productiva para no seguir erradicándose, como sucedió con la manzana. El punto fue compartido por Julio Totero en relación al desarrollo tecnológico, al que, según su punto de vista, debería apostar el Gobierno provincial.
"Tenemos gran caudal de ríos, hay que apostar al desarrollo hidroeléctrico. El último punto es el desarrollo de la minería sustentable y responsable, como se hace en muchos lugares del mundo", dijo Totero.
Al fin, también cayó el granel
Era el caballito de batalla, la salvación cuando los números mostraban un sostenido deterioro de los envíos al exterior de vino embotellado. La presión de los costos internos, sin embargo, impactó también en ventas de vino a granel. El volumen cayó 56% según datos de ProMendoza del primer trimestre del año. La facturación fue -46%.
Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, volvió a citar al incremento de costos como el principal enemigo. "En el costo de producción de un kilo de uva, la mano de obra es 65% y en los últimos años hemos tenido incrementos de 25 a 29%. Entendemos que el costo de vida hay que acompañarlo, pasa lo mismo con los precios de los servicios y los insumos, pero esto nos deja fuera de competencia".
Aquí nuevamente gana terreno Chile, nuestro principal competidor. Mientras Argentina, por su transformación productiva, hacia vinos de alta gama, ofrece graneles en los segmentos medios de mercado, Chile exporta varietales que provienen de parrales de 250 quintales por hectárea. España, con una buena cosecha, es otro adversario imbatible.
"Si las condiciones macroeconómicas se mantienen esto no va a cambiar fácilmente, así que habrá que buscar salidas, otro tipo de productos, hay que producir uvas para graneles específicamente, pero los cambios no son tan fáciles", destacó Pina.
El tema de generar granel certificado con calidad, como lo hizo Australia con su syrah, es una tarea pendiente que debe realizar Argentina, sobre todo para un producto emblema como el malbec. Sin embargo, aún no existen avances en este sentido.
Exportaciones provinciales registran una fuerte caída
El primer trimestre de este año, los volúmenes de ventas bajaron 30% con respecto al mismo período de 2012. Impactan los altos costos.
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