Las exportaciones de carne están registrando récords de ventas mes a mes. Esta demanda está dada principalmente por China, que requiere proteína animal. En lo que va del año, Argentina tiene 91 plantas autorizadas para hacer envío. El tema es que con esta tensión en la demanda, es posible que antes de fin de año o a principios del año que viene, el precio de la carne pegue un salto no menor al 20% sólo teniendo en cuenta los temas de mercado a lo que quizás también se sume la inflación.
De acuerdo con un informe de Fundación Mediterránea (Ieral Mendoza) el flujo de exportaciones representa más del 30% de la producción mensual. Todo indica que los envíos seguirán creciendo y, por ende, que la importancia del sector externo se profundizará en 2020, de no haber intervenciones en el mercado.
"Si la producción de carne no crece el próximo año, la disponibilidad para el mercado interno se reducirá casi con seguridad, y la mayor competencia por el producto (ahora más escaso) exigirá un ajuste (ascendente) de precios para equilibrar el mercado", se aclara en el mismo.
Aumento proyectado
Entre noviembre y febrero de 2019 el novillito aumentó un 33% su precio en términos reales en el mercado de Liniers, y un 19% en góndola (también, sin mediar inflación) durante el primer semestre de 2019.
Siguiendo esa trayectoria, el IERAL estima que durante 2020 podría registrarse un incremento similar.
"La respuesta del precio de la carne a lo sucedido con el precio de la hacienda llega siempre, aunque puede demorarse en función del contexto económico general. Una suba de costos se traslada más rápidamente a la góndola en una economía que crece y está firme que en una que opera en un ciclo depresivo", explica el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina.
Mercado interno
Según un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la Argentina ocuparía este año el 5° lugar en el ranking de exportadores, y los volúmenes claramente van en aumento. Pero, según explicó José Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores de Carne de Mendoza, "el 80% de las exportaciones van al mercado asiático, en donde se consume una categoría de vacas que en Argentina no son muy solicitadas", por lo que por el momento no ve una incidencia directa en el precio de la carne vacuna.
"China, al tener tantos inconvenientes con la fiebre porcina, y dada la cantidad de proteínas que necesitan, lo más probable es que opte por consumir también algunos cortes magros del novillo. Si llegara a ser así, podría haber un incremento de la carne, pero va a suceder una vez que cierren acuerdos y contratos, no por el momento", agregó el empresario y explicó que él "no daría nada por cierto" por el momento.
Por otro lado, señaló que "hasta la fecha los precios vienen manteniéndose porque las familias no tienen presupuesto para validar aumentos". "Eso no quita que para las fiestas haya incrementos, porque todas las empresas tienen gastos extra y tienden a aumentar".
El empresario de la carne, Julio Melchor, coincidió con Rizzo en que la diferencia de cortes entre los que se prefieren en el gigante asiático y los que consumen los argentinos ha evitado que se impulse una suba mayor. Sin embargo, señaló que hace un mes se dieron incrementos que debieron retraerse por la caída en la demanda y que finalizaron en un 15% para el consumidor.
"Los incrementos no se han podido trasladar a los clientes. En los últimos meses ha bajado mucho la venta porque no hay dinero. La vaca se vende más en el mercado externo, pero el novillo, que tiene un rendimiento superior, no, y ése es el que se vende a nivel interno", agregó.
Las exportaciones han afectado el precio de la carne de cerdo, que subió.
Qué paso con los precios en los últimos dos meses
El último incremento de la carne se registró en octubre y en lo que va del año acumula una suba cercana al 40%, pero en el mismo período de tiempo cayó el consumo de entre 57 y 59 kilos per cápita a 49 kilos y, aunque existen razones ideológicas y culturales que explican la caída, el precio es una de las causas más resonantes.
"Interanualmente tenemos una baja de alrededor de 8 kilos per cápita", agregó el titular de la Cámara de Abastecedores y señaló que este año las ventas están muy retraídas, si se considera que falta poco menos de un mes para dar comienzo a las fiestas de fin de año.
"En esta época la gente ya compraba peceto, matambre y lengua para congelar y prevenir futuros aumentos. Hoy no hay entusiasmo", explicó Rizzo.
En cuanto a los precios de los cortes más usuales, el más económico es la molida común ($ 160 a $ 180 por kilo). Entre los más pedidos en las carnicerías también se encuentra el kilo de costeleta ($ 220 a $ 240 por kilo), el kilo de vacío, punta de espalda ($ 340), lomo ($ 390) y el kilo de asado con hueso ($ 200). Si se trata de carne porcina, el kilo de costeleta se vende entre $ 220 y $ 240; el kilo de costilla, entre $ 280 y $ 300; el vacío, punta de espalda o bondiola, entre $ 300 y $ 320. El pollo se vende entre $ 90 y $ 100 por kilo, si se trata de congelado o pre enfríado. Entre $ 120 a $ 130, si es fresco.