Las autoridades chinas trabajaban hoy para despejar la peligrosa contaminación producida por una serie de incendios y explosiones en el puerto de Tianjin, mientras los equipos de emergencia retiraban más cadáveres del lugar y elevaban a 112 la cifra de muertos por el desastre.
Los heridos se contaban por centenares y había 95 personas desaparecidas, 85 de ellas bomberos, por el incendio y la rápida sucesión de explosiones registrados el pasado miércoles en un almacén para productos peligrosos en una zona industrial de Tianjin, 120 kilómetros (75 millas) al este de Beijing.
Para el domingo, las autoridades confirmaron que en el momento de la explosión había en el lugar "varios cientos'' de toneladas de cianuro de sodio, un producto tóxico, aunque afirmaron que no se habían producido filtraciones devastadoras.
El cianuro de sodio es una sustancia tóxica que puede producir un gas inflamable si entra en contacto con el agua. Noticias aparecidas antes en los medios estatales señalaron que el almacén contenía unas 700 toneladas de cianuro de sodio, 70 veces más de lo que debería acumular en un solo punto.
Enojados parientes de los bomberos desaparecidos y vecinos de la zona que vieron sus casas destruidas por las explosiones acudieron el domingo a una rueda de prensa del gobierno para exigir información y que se dirimieran responsabilidades.
Al menos 21 bomberos murieron, lo que convierte el episodio en el más mortal para los bomberos chinos en más de seis décadas. Unos 1.000 bomberos respondieron a la emergencia y 85 seguían desaparecidos el domingo.
La población ha expresado su preocupación por que la respuesta inicial al incendio colocara a los bomberos en una situación excesivamente peligrosa, así como por la posibilidad de que no se tuviera en cuenta la presencia de material peligroso, que incluía sustancias que se vuelven combustibles en contacto con el agua.
Las enormes explosiones del miércoles se produjeron unos 40 minutos después de los avisos sobre un incendio en el almacén y tras la llegada de una primera oleada de bomberos que, según medios, rociaron parte de la zona con agua.
Ante el hotel Mayfair, donde las autoridades celebran ruedas de prensa periódicas, una mujer imploraba información sobre su marido.
"No han dicho nada. No sabemos nada'', dijo.
Otro hombre pedía información a un funcionario. "Llevamos tres días aquí, y no nos han dado ni un pedazo de información'', dijo.
Las autoridades locales se han visto muy presionadas para que den explicaciones sobre por qué se permitió que hubiera almacenes de sustancias peligrosas tan cerca de complejos residenciales e infraestructuras clave, lo que claramente viola la ley china sobre que los almacenes de riesgo deben estar a 1.000 metros (yardas) de viviendas y estructuras públicas.
Los propietarios del cercano complejo residencial de Qihang enarbolaron el domingo banderas exigiendo responsabilidades al gobierno y una compensación adecuada por los daños a sus casas. Muchos llevaban máscaras y algunos tenían vendajes, posiblemente por los cortes sufridos.
Las autoridades creen que en el almacén había ``varios cientos'' de toneladas de cianuro, indicó el domingo Shi Luce, jefe del estado mayor del Ejército de Liberación Popular en el distrito de Beijing. Los productos químicos liberados se están neutralizando, y los que siguen en sus envases se están trasladando a otros lugares, señaló.
Además, 3.000 soldados se han enviado al lugar para limpiar cualquier filtración de sustancias peligrosas, añadió.
Las autoridades detectaron temporalmente en el aire niveles del muy tóxico cianuro de hidrógeno ligeramente por encima de lo considerado seguro en dos lugares, señaló Bao Jingling, funcionario medioambiental de Tianjin en una rueda de prensa el domingo por la mañana. Esa contaminación identificada el sábado por la tarde dejó de detectarse más tarde el mismo día. No se han detectado rastros de cianuro en las muestras de agua, añadió Bao.
Las autoridades mantenían a vecinos, periodistas y cualquier otro no implicado en la respuesta a la emergencia al otro lado de un perímetro de 3 kilómetros (1,8 millas) a la redonda en torno al lugar de las explosiones, en lo que según medios fue una operación para limpiar el cianuro de sodio.
Los rescatistas sacaron a un sobreviviente de un contenedor de mercancías el sábado, según medios estatales. En televisión se emitieron imágenes de un grupo de soldados con máscaras de gas que sacaban al hombre, de 56 años, en una camilla. El sobreviviente permanecía en estado crítico el domingo, según medios locales.