Frente al temporal cruzado del encarecimiento del crédito y la devaluación, ensambladores y marcas de motos exploran diversas fórmulas para amortiguar la brusca contracción de la demanda.
En principio, avanzan negociaciones con bancos y tarjetas de crédito para lanzar planes en cuotas, un factor clave para las ventas.
Además, en el sector creen que el Gobierno impulsará un decreto que contempla estímulos a la integración local de piezas y motopartes, que hoy son importadas en su mayoría.
“El decreto saldría antes de fin de año y establece beneficios fiscales y reducción de aranceles a las importaciones para las motos que tengan un mínimo del 5% de componentes nacionales, para pasar al 8,5% dentro de tres años”, explicó al Económico Lino Stefanutto, presidente de la Cafam, una de las principales cámaras sectoriales.
La iniciativa surgió como parte de un acuerdo del sector con el Ministerio de la Producción, en el marco de la ronda de mesas sectoriales. “Por fin vemos un avance concreto en la política industrial ya que las motos, hoy, promedian un 2% de integración local”, celebró Leandro Iraola, accionista y presidente de la empresa Corven.
De este modo, las perspectivas para este mercado son ambiguas, entre la esperanza de acrecentar la producción local y el freno en las ventas del último trimestre. Por la recuperación económica, los planes en cuotas y la llegada de nuevas marcas, principalmente de alta gama, como Harley-Davidson, Ducati, BMW, Triumph y MV Agusta, entre muchas otras, el sector estuvo muy cerca de marcar un récord el año pasado.
¿Cómo vienen las ventas?
Según datos de la división Motos de la Acara (concesionarios), las ventas aumentaron 44,6% (688.000 unidades patentadas), apenas un escalón por debajo de las 710.000 de 2013, el máximo histórico.
A inicios de año, en la industria proyectaban superar los 800.000 patentamientos, pero la tendencia cambió abruptamente a partir de la corrida cambiaria y la suba de tasas ordenada por el BCRA.
“Los números preocupan, íbamos para un año récord pero igual soy optimista. Creo que podemos cerrar con 650.000 unidades, en el mejor de los casos”, interpretó Gustavo Bassi, de la Acara.
En su mayoría, concesionarios y fabricantes barajan proyecciones más cautas, en torno a las 600.000. ¿Es un mal número?
“El mercado venía de un techo muy alto”, dice el ejecutivo de Honda Martín de Gaetani, para ponerlo en perspectiva. Y explica que las ventas de motos dependen de tres variables: financiamiento (cuotas), inflación (precios) y tipo de cambio (costos).
“Esas variables se movieron y hay que esperar a que se estabilicen”, añadió. Por otro lado, De Gaetani sostiene que la prioridad “es que la gente vuelva al concesionario”.
Fuentes de la industria coinciden en que hay diversas negociaciones en marcha con entidades financieras y bancos para reactivar el financiamiento.