El anuncio de Corea del Norte de haber detonado con éxito una bomba de hidrógeno en miniatura dejó escépticos a los expertos, que aseguran que la actividad sísmica registrada tras la explosión indica que se empleó un artefacto mucho menos potente.
En las últimas semanas, el líder norcoreano Kim Jong-un había dado a entender que estaba desarrollando una bomba de hidrógeno o termonuclear, unas afirmaciones que los expertos ya recibieron con incredulidad.
Según Crispin Rovere, un especialista de política nuclear y control de armamentos basado en Australia, el sismo de una magnitud de 5,1 detectado en las instalaciones norcoreanas de Punggye-ri es demasiado pequeño para una bomba como la que anunció Pyongyang.
“Los datos sísmicos que hemos recibido indican que la explosión está probablemente por debajo de lo que se podría esperar del test de una bomba H”, dijo Rovere. “Parece como si hubieran llevado a cabo con éxito la prueba nuclear pero no hubieran completado la segunda fase, la de la explosión de hidrógeno”, añadió.
“No creo que fuera un test de bomba de hidrógeno. La explosión tendría que haber sido mayor si hubiese sido el caso”, reaccionó Choi Kang, vicepresidente del Instituto Asan de Estudios Políticos de Seúl.
Las bombas termonucleares usan la fusión de dos núcleos atómicos para generar una reacción en cadena y provocar una explosión mucho más potente que la obtenida por fisión. Corea del Norte asegura, sin que se haya podido comprobar, que dispone de capacidad para atacar Estados Unidos, algo que los expertos creen muy improbable.
Sin embargo, el Instituto de Seguridad Internacional y Ciencia de Washington advirtió en setiembre que Corea del Norte está construyendo nuevas instalaciones en el complejo nuclear de Yongbyon. Las imágenes por satélite sugieren que se trataría de instalaciones para separar isótopos capaces de producir tritio, un componente clave para fabricar bombas termonucleares.
“Si de verdad fuera una bomba H, los niveles en la escala de Richter [del sismo] tendrían que haber sido cien veces más potentes, hasta llegar a siete o más”, dijo Bruce Bennett, un experto en defensa de Rand Corporation.