El calentamiento climático afecta más que nunca a los océanos, propagando enfermedades en los animales y los seres humanos, así como amenazando la seguridad alimentaria del mundo, advirtió un estudio publicado ayer lunes.
Las investigaciones fueron realizadas por 80 científicos de doce países, precisaron los expertos reunidos en Honolulú para el congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las aguas del planeta absorbieron más del 93% del calor adicional, resultante del calentamiento global desde la década de los 70', limitando las temperaturas que se sienten en la tierra, pero modificando radicalmente el ritmo de la vida en los océanos, indicó Dan Laffoley, uno de los principales autores de la investigación "Explicaciones sobre el calentamiento oceánico".
El estudio, que toma en cuenta todos los ecosistemas marinos más importantes desde los microbios y las ballenas hasta el fondo marino, puso en evidencia que las medusas, los pájaros y el plancton emigraron a los polos y al frío.
Estas migraciones por el clima son "de 1,5 a cinco veces más rápidas que cualquier cosa que hayamos visto sobre la tierra", estimó Laffoley. "Estamos cambiando las estaciones en el océano".
"Cuando se tiene una imagen completa, ves una serie de consecuencias globales e inquietantes", afirmó el experto.
El reporte, en el que más de un cuarto de sus constataciones son inéditas, incluye estudios que muestran que el calentamiento climático afecta a los sistemas meteorológicos y provoca cada ves más tormentas.
El informe también incluye evidencia de que el calentamiento de los océanos "provoca un aumento de enfermedades en las poblaciones vegetales y animales".
Los agentes patógenos como la bacteria del cólera o la proliferación de algas tóxicas pueden causar enfermedades neurológicas como la ciguatera, una intoxicación por el consumo de pescado en zonas tropicales y cuyo desarrollo es favorecido por el calentamiento marino.
Estas patologías también son peligrosas para los humanos.
El aumento de temperaturas en los océanos ha matado arrecifes coralinos a un ritmo récord, lo cual también causa una reducción del número de especies de peces, privados de su hábitat natural.
"Debemos disminuir drásticamente los gases de efecto invernadero", estimó Carl Gustaf Lundin, director los programas marino y polar de la UICN. "No hay ninguna duda del hecho que somos la causa de todo esto. Y sabemos cuáles son las soluciones", afirmó.