El final de campaña en Mendoza contrastó bastante con la efervescencia vivida a nivel nacional. El ejemplo fueron los sencillos cierres que eligieron Cambia Mendoza y el peronismo aquí con sus aspirantes al Congreso, a diferencia de la notable apuesta del oficialismo y del Frente de Todos para juntar multitudes en sus respectivas convocatorias del jueves. Hay una no menor diferencia: de quien ocupe el sillón presidencial como resultado de las elecciones de hoy dependerá el rumbo que adopte la desenfrenada economía argentina. Ésa es la elección que importa, sin duda.
Las dos restantes listas de candidatos a diputados nacionales por nuestra provincia, Protectora y el FIT, se pronunciaron en la semana de cierre a tono con lo que hicieron sus referentes nacionales. Discreta presencia.
El estímulo que dio a sus candidatos el gran triunfo en las elecciones provinciales, permitió al oficialismo mendocino recorrer el tramo final de esta nueva campaña mostrando, básicamente, los logros de la gestión cornejista a punto de finalizar. Hábil estrategia cuando, como en este caso, no se sabe bien qué rol se deberá asumir desde el recambio del 10 de diciembre: ¿Oficialista una vez más u opositor de una eventual gestión PJ/K?
Por otra parte, poner de relieve los logros de una gestión bien administrada es más que suficiente argumento, lógicamente trasladable al escenario nacional. Fue el recurso que utilizó el jefe del Ejecutivo con su gente.
Por otra parte, Cornejo, apelando a su rol de gobernador aún en ejercicio, no dudó un instante en reprochar en cuanto ámbito visitó al PJ por la decisión de no avalar una nueva toma de deuda para emprendimientos como la planta de tratamiento de residuos sólidos, el acueducto ganadero paceño y la doble vía entre Junín y Rivadavia.
En cuanto a la oposición, como ya ocurrió con motivo de las elecciones locales, la gran apuesta siguió siendo la fórmula presidencial del Frente de Todos y tampoco hubo de su parte grandes convocatorias, más allá de eventos sencillos en los que también tuvieron presencia los intendentes que resultaron reelectos en setiembre.
El oficialismo provincial, como ya se ha señalado, apunta hoy a revertir el contraste sufrido en las PASO nacionales de agosto. Fue mínima la diferencia entre el Frente de Todos y el macrismo/cornejismo en comparación con las primarias nacionales, pero esa distancia no impidió que Cornejo sufriera una caída ingrata para quien se perfila como referente nacional luego de haber conducido cuatro años con firmeza la provincia.
El Gobernador pretende llegar al Congreso en diciembre con chances de pelear puestos de liderazgo. El alcance dependerá del rol que le otorgue la elección presidencial de hoy: ser oficialista u opositor. El previsor Cornejo ya debe tener una partitura para cada interpretación. Por eso es interesante ver si en esta instancia el oficialismo logra revertir aquí lo que registraron las urnas en agosto. Si se cumple esa meta de la estrategia cornejista, habrá que observar si, también como en agosto, la lista encabezada por el todavía gobernador supera a la de Macri. Porque en las PASO perdieron ambos en Mendoza pero el Presidente, por bastante más.
Otro interesado en los resultados nacionales de hoy es el gobernador electo Rodolfo Suárez. El aún jefe municipal capitalino tendrá la particularidad de ser uno de los gobernadores de la minoría política entre sus pares, gane o pierda el macrismo. Si hay segunda vuelta, mantendrá la esperanza de ser uno de los pocos líderes provinciales del espacio presidencial. Pero si la fórmula de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner ratifica lo que marcaron las PASO, se convertirá en uno de los opositores al gobierno nacional peronista y a la enorme muralla de contención, hasta intimidatoria, que representan los gobernadores afines al ex jefe de Gabinete de los Kirchner. Todo un desafío.
Si llega Fernández a la Casa Rosada, Suárez tendrá muchos motivos para intentar mantener un buen vínculo con él. En declaraciones periodísticas a un medio nacional, el sucesor de Cornejo rescató de aquél su “perfil no combativo” y apostó por el diálogo y la búsqueda de consensos. Aunque habrá que ver qué orden de prioridades hacia las provincias, y en especial a la nuestra, tendrá Fernández si finalmente llega a la Presidencia, como una gran mayoría supone.
Del relacionamiento de Suárez con un posible jefe de Ejecutivo nacional peronista. también mucho dependerá la postura que el PJ local tendrá hacia el futuro gobierno provincial. La mayoría parlamentaria con que contará Suárez no garantiza una relación fácil si el principal sector de la oposición no facilita canales de diálogo, independientemente del apoyo que en mayor o menor medida decida dar a las iniciativas del Ejecutivo.
Por eso en el justicialismo local insisten en que muy probablemente el propio Alberto Fernández, si es presidente, influya en la reestructuración de la conducción del peronismo mendocino luego de la rotunda derrota sufrida el 29 de setiembre. Anabel Fernández Sagasti, legítima cristinista y fiel albertista en esta etapa de definiciones, es la que asoma como posible interlocutora en la provincia con el nuevo gobierno de Suárez. Claro que, en ese aspecto, estará condicionado al lugar que la política le asigne a la joven mendocina si Alberto Fernández es presidente y Cristina Kirchner la vice y titular del Senado.
Protectora y el Frente de Izquierda completan la grilla de listas con aspirantes al Congreso de la Nación. La gran polarización entre el oficialismo nacional y local y el frente encabezado por el kirchnerismo tiende a reducir las posibilidades de ambos sectores para obtener la llamada quinta banca de diputados nacionales en juego por Mendoza. Ya en las PASO nacionales se dio ese dibujo, lo que no invalida posibilidades y alguna sorpresa una vez que se conozca el resultado que arrojen las urnas.
En el primero de los casos un resultado adverso no debería influir en demasía en el nuevo partido Protectora porque su líder, José Luis Ramón, mantiene su banca en el Congreso por dos años más. Siempre, las llamadas elecciones de medio término, las legislativas, son las que otorgan mayores posibilidades para las fuerzas que en las convocatorias para elegir cargos ejecutivos, que quedan relegadas por las frecuentes polarizaciones.
Protectora sigue aspirando a ganar el tercer lugar entre los partidos de la provincia, por lo menos en lo estrictamente electoral mientras el PD integre el frente Cambia Mendoza. Por ello su puja hoy es una vez más con la izquierda, que no tuvo un buen desempeño electoral en las provinciales de setiembre pero que tampoco deja de soñar con esa lejana quinta banca de mendocinos.