Es importante que todos los años, desde hace un tiempo a esta parte, se destine setiembre como Mes del Patrimonio.
Con prescindencia de que no todo en esa materia está en su mejor condición, hay un intento del sector oficial de interesar a la ciudadanía en el conocimiento y la protección de nuestros bienes patrimoniales, y en ese concepto se inscriben las primeras Jornadas Provinciales de la Comunidad y Organizaciones de la Sociedad Civil, en el Cuidado del Patrimonio Cultural, organizadas por la Secretaría de Cultura de Mendoza, a través de la Dirección de Patrimonio, la Facultad de Ciencias Políticas de la UNCuyo y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Icomos Argentina.
Coincidimos con el argumento oficial en cuanto a que “la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil que trabajan y participan en la difusión, preservación y gestión del patrimonio cultural, son agentes movilizadores, a la hora de diseñar y ejecutar políticas culturales y patrimoniales”.
Por eso sería proactivo que de este debate a realizarse el 24 de este mes tomen parte no sólo los especialistas sino también representantes de uniones vecinales, fundaciones, comunidades locales e instituciones involucradas y preocupadas por la preservación del acervo cultural de su entorno o lugar de residencia. De la misma manera convocar a especialistas para la difusión del patrimonio local y la solicitud de asesoramiento en otros proyectos, habla de un intento de trabajar transversalmente entre distintas áreas.
Aunque, no siempre se consigue cumplir con esta instancia, como veremos en un determinado caso.
Consideramos entonces oportuno que en el Mes del Patrimonio, que ya transita hacia su culminación, hacer hincapié en la imperiosa necesidad de realizar acciones planificadas, es decir establecer un ordenamiento de las líneas de trabajo, objetivos (intervención, gestión, salvaguarda y uso) y políticas de largo plazo (más allá de una gestión de gobierno), que abarque tanto al bien individual, como a su conjunto.
En otro orden y sin darle categoría de definitivo, pero proponiendo el debate ala respecto nos permitimos señalar que la forma de iluminar algunos edificios de notable valor patrimonial, como por ejemplo el ex Banco Hipotecario (sede de la Secretaría de Cultura) o el Teatro Independencia, no son de las más apropiadas, aunque luzcan vistosas. Técnicos en la materia y hasta astrónomos que estudian los efectos de la contaminación lumínica, señalan que esas luces alteran de una manera importante las condiciones ambientales de esas valiosas construcciones. Y aquí advertimos que no siempre se escucha a los que más saben. En cambio, se ha procedido acertadamente en la luminotecnia de otros exponentes patrimoniales, como el Teatro Mendoza o la Mansión Stoppel-Museo Carlos Alonso.
Otra expectativa cierta y de gran valor para la recuperación museística de nuestra provincia, es la reahabilitación al público del Museo Provincial de Bellas Artes-Casa de Fader, que pronto abrirá sus puertas al público otra vez. Todos esperan que este magnífico lugar, emplazado en la zona de Mayor Drummond y conocido en todo el mundo, conserve las ideas museográficas que puso en práctica el reconocido pintor y primer director del complejo, el recordado Julio Suárez Marzal, quien condujo el proyecto de remodelación de la casa original y su entorno en los finales de la década del ’40 y comienzos de los ’50.
Otras aspiraciones del acervo que hay que cuidar y mantener en el campo cultural son las obras del Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza y del Espacio Contemporáneo de Arte (ECA), cuyos avances no son todo lo rápido que el público desea.
Asimismo deberían extremarse los controles sobre distintos emprendimientos con declaratorias, por ejemplo lo que se realizaría en la ex bodega Arizu (Godoy Cruz), que parece ser un proyecto inmobiliario puesto que se destinará una pequeña porción del inmueble a usos de interés público.
En cambio marcamos como positivo la ya analizada restauración del Fader y la declaratoria de Monumento Nacional de la bodega Faraón, en el departamento de General Alvear, y la activación del Museo Municipal de Historia Natural de San Rafael.