El gremialismo estatal en su totalidad tomó con cautela la propuesta de aumentos escalonados y con componentes no salariales que estudia el gobierno de Francisco Pérez para ofrecer en las paritarias de este año. Este criterio se daría a conocer oficialmente mañana durante la asunción del nuevo ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno, Rodolfo Lafalla.
En principio, la idea de un "escalonamiento" no encuentra rechazos en los sindicatos siempre y cuando se interprete como una actualización periódica del salario que acompañe la inflación de 2014. Pero sí encuentra una total resistencia, si se la considera la recuperación "del salario perdido en 2013" a partir de una oferta inicial inferior que se limite a completarse en otras cuotas.
"No queremos que sea pretexto para que nos ofrezcan chauchas y palitos", alertó Carlos Ordóñez, secretario general de la Asociación de Judiciales. "Todo depende a partir de cuánto comience el escalonamiento", afirmó en la misma dirección Isabel Del Pópolo, titular de Ampros.
"Venimos de un recorte del 10% en 2013 porque nos dieron el 25% en un año con inflación del 35%", destacó Raquel Blas de ATE. Ordóñez siguió la misma línea argumental pero con dos puntos de diferencia: "Con un 25% de aumento acabamos de terminar un 2013 con inflación del 33 por ciento por lo que perdimos ocho puntos", calculó.
"Depende qué tipo de escalonamiento ofrezca el Gobierno", agregó Blas. Y se mostró proclive a "uno con actualización trimestral y reconocimiento previo de lo perdido en 2013".
Algo así es "una recuperación más que un aumento de salario", opinó del Pópolo señalando lo que los gremios consideran un piso de negociación. Sin embargo este doble reconocimiento de inflaciones 2013 y 2014 en la visión del Gobierno se asemeja más a un techo de difícil logro.
La titular de ATE destacó que "el Ejecutivo debe hacer su mejor propuesta y los trabajadores la analizarán en sus asambleas teniendo en cuenta el valor de la canasta familiar".
Al tiempo que hizo notar que en enero "el ciento por ciento de los docentes y el 60% de la Salud están de licencia y no se puede hablar aún de un reclamo específico" para llevar a las paritarias.
No obstante, subrayó que "venimos de 2013 con un atraso importante al que habrá que sumar los incrementos de precios del primer trimestre de 2014" si se aspira a llegar a un acuerdo hacia marzo. E hizo notar que "con el aumento a la policía hubo un reconocimiento explícito del valor de la canasta familiar en 8.500 pesos".
Ordóñez también rechazó un escalonamiento referido a lo que sucedió en 2013. "Cuando vamos al supermercado a nosotros no nos cobran de manera escalonada sino todo junto". Y una vez más marcó las distancias con los magistrados "que recibieron 33% en 2013, es decir ocho puntos por encima del 25% nuestro".
En tanto el SUTE -el mayor gremio estatal y el que suele marcar el rumbo a las paritarias- asigna importancia a los aspectos no salariales de la paritaria.
"Esperamos que pronto nos convoquen a discutir ejes como el de vivienda, el de formación de un espacio tripartito de trabajadores, empresarios y Estado que garantice los acuerdos de precios en Mendoza y el de mejora en las condiciones laborales, ingresos a las titularizaciones, ascensos y concursos. Queremos aumentos salariales en blanco y una equiparación de las asignaciones familiares provinciales a las nacionales", destacaron los titulares del SUTE, Adrián Mateluna y de la CTA, Gustavo Correa en el último congreso gremial.