Por Renata Piglionico
Confucio, el pensador chino, sentenció la famosa frase "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ningún día de tu vida". Todos quisiéramos que fuera cierto, pero la realidad es que trabajar insume gran parte de nuestra energía y ánimo y, a pesar de que seamos apasionados por lo que hacemos, siempre deseamos un margen de tiempo mayor para dedicarnos a nosotros mismos. Entonces… ¿es posible tener éxito en lo laboral y en lo personal al mismo tiempo?, ¿o siempre se inclina la balanza en pos de una o de otra? Para ayudarnos a resolver este dilema, hablamos con la licenciada en Psicología Mariela Andrea Fermento, quien adelantó con absoluta certeza que es posible, aunque "no siempre es fácil encontrar un equilibrio interno en el que logremos sentirnos satisfechos".
¿Por qué algunas personas encuentran dificultades para tener una vida laboral y personal plena al mismo tiempo? Para la profesional “cuando somos muy autoexigentes, puede ocurrir que no logremos los resultados esperados en ambos aspectos y nos frustremos constantemente”. Es que, a veces, nos autoimponemos objetivos muy altos que, por distintos motivos, no podemos alcanzar. Por ejemplo, si estamos atravesando un momento personal complicado, en el que no estamos preparados para afrontar ciertos desafíos, el hecho de exigirnos más de lo que podemos dar puede defraudarnos.
En estos casos, se debe hacer una introspección, entender cuál es nuestro contexto y cuáles nuestras posibilidades en una determinada situación. "A veces estas metas son impuestas desde afuera, lo que puede aumentar la ansiedad, el estrés, que inevitablemente afectan todas las áreas en las que nos desempeñamos. No somos seres aislados, estamos en constante interacción con el entorno que nos rodea. Lo que nos sucede en nuestra vida laboral influye en nuestra vida personal y viceversa".
¿De qué depende la habilidad para manejar ambas facetas? "Pues de la autoestima, nuestra definición y percepción del éxito, el nivel de autoexigencia, el nivel de tolerancia a la frustración, las motivaciones, el momento de la vida: depende si nos encontramos en el inicio de nuestra vida laboral/profesional o más adelante, el momento personal, es decir, si estamos atravesando alguna situación dolorosa o una perdida, alguna afección física o la etapa de paternidad —el nuevo rol de mamá o papá y todo lo que ello implica—". Todos estos factores son los que influyen a la hora de sopesar cómo una persona interpreta la inclinación de su balanza para uno u otro aspecto. Los mandatos sociales, por su parte, hace también de las suyas: "Si vivimos preocupados por encajar con estos mandatos y tiempos que la sociedad nos impone o si escuchamos nuestra voz y deseos internos", aunque nadie está completamente ajeno al entorno social.
No somos seres aislados, estamos en constante interacción con el entorno que nos rodea. Lo que nos sucede en nuestra vida laboral influye en nuestra vida personal y viceversa.
Ahora bien, la pregunta clave, y probablemente una que todos nos hacemos en algún momento de nuestra existencia, es qué es más importante para el bienestar psicológico de una persona, ¿ser reconocido en lo laboral, ya sea con prestigio social o económico, o mantener relaciones interpersonales sanas y darse mucho tiempo para mimarse a uno mismo? Según el doctor en psicología Tal Ben Shahar, creador de un curso de felicidad en la Universidad de Harvard, "las universidades siguen promoviendo el concepto de que buenas calificaciones, memorización, conseguir el trabajo más llamativo, ser el que más gana, eso es éxito" y un estudio de la empresa de recursos humanos Adecco afirma que tres de cada cuatro empleados relacionan el ambiente laboral, el sueldo y la realización personal como impulsores para ser feliz. Sumando a esto, la experiencia de la psicóloga Fermento la lleva a firmar que "si no estamos satisfechos con nuestro trabajo, inevitablemente se verá reflejado en nuestra vida personal y social y viceversa. Un ejemplo es el estrés laboral, una patología que comienza en el ámbito laboral y cuyos síntomas afectan a la persona en su vida personal y social". Es decir, histórica y culturalmente estamos educados para sentirnos felices casi exclusivamente cuando triunfamos en lo laboral.
Si bien es cierto que pasamos una gran parte de nuestras vidas trabajando, por lo que es inevitable que la labor desempeñe un papel importante en nuestra felicidad, la felicidad en el trabajo depende de nuestro bienestar como seres humanos. "En la vida nos vamos a encontrar constantemente ante situaciones estresantes y que nos van a tender a desequilibrar, pero si estas situaciones nos encuentran fortalecidos internamente (emocional y psicológicamente), el impacto será mucho menor. Para esto es necesario tomarnos el tiempo de hacer actividades que nos generen placer: caminatas, ir al gym, leer un libro, juntarnos con amigos/familiares, descansar…", afirmó la licenciada.
¿Dónde está el límite, entonces, entre una y otra, ya que claramente se afectan mutuamente? “El límite se encuentra en la capacidad de poder diferenciar ambos ámbitos y no definirnos en base a una situación en particular, es decir, si tuvimos algún fracaso en el ámbito laboral, no definirnos como “fracasados”, se debe tratar de, una vez que nos desocupamos de nuestro trabajo, tomarnos un tiempo para cortar con la rutina laboral y comenzar a disfrutar lo personal”, recomendó Fermento, y continuó: “Si es necesario comentar con nuestros seres cercanos alguna situación laboral que nos ha afectado en el día, desahogarnos, tratar de dejarlo ahí y continuar con nuestras actividades. El límite se ve afectado cuando la persona se siente incapaz de satisfacer los requerimientos y expectativas depositadas en ellas, y comienzan a aparecer algunos síntomas como insomnio, irritabilidad, estrés, ansiedad, depresión, etcétera”, concluyó.
En la vida nos vamos a encontrar constantemente ante situaciones estresantes y que nos van a tender a desequilibrar, pero si estas situaciones nos encuentran fortalecidos internamente (emocional y psicológicamente), el impacto será mucho menor.
En definitiva, la psicóloga Mariela Fermento recomienda siempre sentirse bien con uno mismo como primera medida ya que “somos nuestra herramienta de trabajo, necesitamos estar bien para poder dar nuestro mejor esfuerzo en lo laboral”. Ahora, ¡a trabajar nuestra fortaleza interior y amor propio para triunfar laboralmente y conseguir equilibrio en nuestra rutina!
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