Iban 27 minutos de juego cuando los corazones en La Bombonera se paralizaron. Una jugada por izquierda de Milton Casco terminó en un centro, que un jugador de Boca llegó a interceptar para mandar la pelota al tiro de esquina. Pero los jugadores de River reclamaron mano dentro del área. Durante algunos segundos el duelo estuvo detenido, mientras el VAR analizaba cada detalle. Hubo confusión.
Fueron segundos de una dura espera para los de Boca. El árbitro, Wilton Sampaio, esperó con paciencia que sus colegas del videoarbitraje le dieran una respuesta. Respuesta que fue negativa: no habían visto nada raro, por lo que el juego siguió.