Argentina se presentó en un nuevo amistoso en el camino de su reconstrucción luego del fracaso vivido en el Mundial de Rusia. Como el rival fue Irak, Lionel Scaloni apostó por una idea innovadora amparada en jóvenes de buen pie que buscan revolucionar al equipo albiceleste.
La delantera compuesta por Lautaro Martínez y Paulo Dybala fue uno de los puntos más salientes de un equipo que tuvo interesantes sociedades conformadas por el Mudo Vázquez, Rodrigo De Paul y Maxi Meza.
A los 18' del primer tiempo una fórmula made in Racing sirvió para que el combinado nacional se ponga en ventaja.
El desborde del Huevo Acuña y la contundencia de la figura del Inter fueron los elementos para dejar fuera de combate al arquero Hassan Hachim.
El tanto marcó la tendencia del duelo, dado que el dominio sudamericano sólo era debilitado por las altas temperaturas que se registraron en el Prince Faisal bin Fahd Stadium de Arabia Saudita.
En el complemento Roberto Pereyra, Santiago Ascacibar y Eduardo Salvio saltaron a la cancha en lugar de Meza, De Paul y Vázquez.
Unos cambios que dieron resultados de forma inmediata, dado que una triangulación iniciada por Paredes, continuada por el Rusito y finalizada por el Tucu concluyó en el 2 a 0.
La diferencia permitió seguir con las modificaciones y Lautaro Martínez le dejó su lugar a Gio Simeone, al tiempo que el volante central salió por Franco Cervi. En el desenlace Argentina transformó el triunfo en goleada. Mediante la vía aérea de Germán Pezzella, el conjunto albiceleste cerró su presentación con un 3 a 0 relajado y previsible.
Además, en la última escena Franco Cervi improvisó una individualidad que sirvió para que el resultado sea más abultado.
La debilidad de Irak llevó a que el pleito se desarrolle con una cautela que por momentos acarició el aburrimiento. La próxima parada será más interesante, dado que Brasil aportará el morbo del clásico sudamericano en Arabia Saudita.