La Argentina está consiguiendo ubicarse entre los países con más días feriados del mundo, un récord nada elogiable. En 5 años se han sumado 7, a un calendario que ya era grueso. Este año serán 19 los feriados nacionales, habrá 7 fines de semana largos, dos de ellos de 4 días y uno de 5 días.
El 36% del año laboral será dedicado al ocio (aunque no para todos); uno de cada 3 días laborables, no será trabajado. En enero se añadió, por única vez, el feriado del 31, Bicentenario de la Asamblea Constituyente de 1813 y, en febrero, el 20, Bicentenario de la Batalla de Salta. Dado que entre 1810 y 1816 sucedieron muchos hechos históricos relevantes, es probable que estos feriados por única vez se repitan en los años siguientes.
Debe recordarse que a los feriados nacionales deben sumarse los días festivos provinciales, como el 25 de julio, Patrono Santiago, y numerosos asuetos municipales, Día del Trabajador del sector tal o cual. Por lo tanto el porcentaje de jornadas que no se trabajan es mayor que el que hemos consignado.
En tanto, los fines de semana largos tendrán especial incidencia en la economía agroindustrial de nuestra provincia. En febrero hay un fin de semana largo de 4 días y entre los últimos días de marzo y comienzo de abril, uno de 5. Se producirán en plena cosecha de frutas y la vendimia, y no hay ley o decreto que pueda prohibir que los frutos maduren en esos días. Habrá que cosecharlos, con mayores costos en actividades que enfrentan dificultades.
Se argumenta que esta cantidad de feriados, especialmente los fines de semana largo, incentivan el turismo interno y crean muchos puestos de trabajo. Obviamente que los sectores vinculados al tiempo libre apoyan con entusiasmo el calendario. Hay varias consideraciones que hacer al respecto. Una de ellas es la endeblez de las cifras de turistas internos y gastos. Rara vez se mencionan las fuentes y la metodología para mensurar la cantidad de turistas y los gastos son estimaciones a mano alzada.
Pero dando por buenos los datos y beneficios, queda contrastarlos con los costos o pérdidas para el resto de las actividades económicas; incluso las personas que trabajan como autónomos o independientes pierden los ingresos de esos días. El viceministro de Economía, Jorge Todesca, opinó que la cantidad de feriados es negativa para la economía.
"La plata que se pierde desde algunos sectores empresariales no se llega a recuperar con el turismo. Es mentira, dice, que lo que pierde una empresa se compensa con lo que la gente gasta por salir a disfrutar de esos días". El cálculo es sencillo: el sector industrial representa 16% del PBI y la construcción, 6%, en tanto que el turismo es sólo 2,5%.
"Por cada día que el país se para se pierden 2.311 millones de pesos y eso no le conviene a nadie". Entidades empresarias como CAME, CEM, Asinmet y Aderpe, entre otras, cuestionan la cantidad de feriados como excesiva y negativa para la economía. Es necesario entender que incentivar el turismo interno mediante el aumento de fines de semana largos sólo implica modificar el gasto de las personas. El turismo interno per se no crea riqueza, la consume. Si no fuera así sería sencillo idear mecanismos de aumento del bienestar sin trabajar.
