La industria vitivinícola y los especuladores
Quiero aclarar que la presente opinión no es una crítica a la industria vitivinícola, que desde 1978, cuando quebrara Greco, ha venido haciendo bien las cosas, ha reconvertido un sector de la economía, posicionándolo entre los mejores del mundo. Mi crítica es a los especuladores que, lejos de pensar en los productores y pequeñas bodegas, se enriquecen a costa de ellos y lucran con el Estado; cuando tienen un problema de precios, de stock, recurren al mismo para que les solucione los problemas mediante subsidios.
Las Cámaras empresarias y Bodegas de Argentina imputaban la responsabilidad de la baja en el precio del vino blanco al enorme stock inmovilizado. La gran oferta de vinos de bajísima calidad presionaba sobre la industria. ¡Con el plan de compra se tonificaría el precio!
Desembolso del Estado
El monto total previsto para el operativo era de $160 millones, de los cuales $130 serían para productores locales. En 2016 se compraron vinos por $ 28.973.129,30 correspondiente a 9.417.078 litros de blanco genérico que ofertaron 195 pequeños productores de viña y elaboradores de hasta 100 mil litros. Ya en otras oportunidades la Provincia había intervenido en el mercado. Así por ejemplo por ley 5284/87 se facultaba a comprar 4.900.000 hl, con bonos Tidavidem.
Fuerte competencia de productos chilenos con los que vende Mendoza
Un año después de la campaña de compra, la industria del vino tetra o a granel, lejos de tonificar el mercado compra vinos en Chile para abaratar el precio, olvidándose que habían sido subsidiados poco antes. El 15/12/ 2016 se informó que el secretario de Comercio, Miguel Braun, había anunciado que no regularía el mercado. Viejo vicio de la política neoliberal que abre sin restricciones las fronteras a mercancías, capitales y flujos financieros y dejan sin suficiente protección a los productores más pequeños y débiles. (Carta y Documento de Trabajo de los Provinciales Jesuitas de América Latina sobre el Neoliberalismo en América Latina)
El 26/01/2017 informaba que según el Indec, las importaciones en diciembre desde Chile alcanzaron u$s 55 millones. ¡Pobres productores y nuestra industria primaria!
El ingreso de vino -a granel y fraccionado- fue uno de los temas de preocupación en 2016, la peor cosecha de los últimos 56 años. En noviembre de 2016 ingresaron en total 13.070,08 hl; en octubre entraron 4.498,89 hl.
¡Las justificaciones de Bodegas de Argentina que sugiere analizar la película entera son falaces! Para justificar la especulación sostiene que según el INV el mercado interno y externo consumen unos 100 millones de litros mensuales (75% es vino genérico) y desde Chile llegaron solo 3 millones; se ha importado solo 0,2 % del volumen total producido, por lo que según Pina dichos números “no son representativos o preocupantes para el sector ... Si uno frena las importaciones estaríamos hablando de la alternativa de no proveer vino en una categoría muy sensible y competitiva como es el tetra”.
Agregó que aquel que no encuentra este producto en góndola inmediatamente se va a otros sustitutos como la soda, gaseosa, agua, amargos, etc. ¡El argumento pareciera cierto pero a poco de analizado se advierte que no lo es! Bodegas de Argentina debió condenar la importación como una forma de proteger la industria. Lejos de ello ha pretendido justificar la especulación, como si los ciudadanos mendocinos fuéramos tontos. ¿Cómo justificar los subsidios cruzados para enriquecer a especuladores? ¡Nadie se va del consumo del vino a la gaseosa por no estar en góndola el tetra!
En conclusión, habrá que gravar con Ingresos Brutos el ingreso de vino de Chile como una forma de fortalecer la industria, los precios, los pequeños productores. Debe sancionarse a los especuladores, dando a conocer cuáles son las bodegas que ingresan vino extranjero e instruirse sumario penal por fraude a la industria art. 300 C. Penal.